“AUNQUE SOMOS MUCHOS, FORMAMOS UN SOLO CUERPO”.
Por lo tanto, hermanos muy queridos, huyan del culto a los ídolos.
Les hablo como a personas sensatas, juzguen ustedes mismos lo que voy a decir.
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?
Así, siendo muchos formamos un solo cuerpo, porque el pan es uno y todos participamos del mismo pan.
Fíjense en los israelitas: para ellos comer de las víctimas es entrar en comunión con su altar.
Con esto no quiero decir que la carne ofrecida al ídolo sea realmente consagrada o que el ídolo sea algo.
Pero los sacrificios de los paganos van ofrecidos a los demonios y no a Dios, y no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios.
No pueden beber al mismo tiempo de la copa del Señor y de la copa de los demonios, ni pueden tener parte en la mesa del Señor y en la mesa de los demonios.
¿Queremos provocar acaso los celos del Señor? ¿Seremos acaso más fuertes que él?
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México