Convivio con servidores de la parroquia de San Pío X.
El domingo 31 de agosto, la Parroquia de San Pío X de la Arquidiócesis de León, ofreció una comida a los servidores de la misma parroquia (gente activa en varios ministerios); el Pbro. Juan Rodríguez Alba que es el párroco quiso convivir con ellos para irse compenetrando más en el trabajo parroquial y sobre todo ir conociendo a cada uno de ellos.
Este convivio comenzó a las 12.00 del día con la Santa Misa presidida por el Pbro. Juan Rodríguez Alba y los diáconos Emmanuel Ayala y Arturo Pérez y por gracia de Dios siempre son llenos en está parroquia.
Este convivio comenzó a las 12.00 del día con la Santa Misa presidida por el Pbro. Juan Rodríguez Alba y los diáconos Emmanuel Ayala y Arturo Pérez y por gracia de Dios siempre son llenos en está parroquia.
Posteriormente pasaron al Auditorio Juan Pablo II en donde se expusieron algunos puntos importantes del Evangelii Gaudium por el P. Antonio Borja Vargas, brillando 5 puntos referido a la Evangelización Misionera:
1. Ser evangelizadores desde nuestra propia realidad. Acompañar, cuidar y fortalecer la riqueza ya existente en los países de tradición católica. En otros países de otras tradiciones religiosas o profundamente secularizadas se tratará de procurar nuevos procesos de evangelización de la cultura.
2. Como agentes pastorales existen muchas tentaciones. No se deja de reconocer el dolor por los pecados de algunos miembros de la Iglesia pero tampoco se puede olvidar por los hermanos que trabajan en la construcción del Reino de Dios. Cuantos cristianos dan la vida por amor: ayudan a tanta gente a curarse o a morir en paz en precarios hospitales, dar un sí al desafío de una espiritualidad misionera.
3. El Papa presenta las dificultades de los evangelizadores: “pueden advertirse en muchos agentes evangelizadores, aunque oren, hay acentuación del individualismo, una crisis de identidad y una caída del fervor. Son tres males que se alimentan entre sí. Este relativismo práctico es actuar como si Dios no existiera. Se menciona no a la indiferencia egoísta. No convertirse en tumbas ¡No dejarse robar la alegría evangelizadora!
4. “La mirada creyente es capaz de reconocer la luz que siempre derrama el Espíritu Santo en medio de la oscuridad, sin olvidar que «donde abundó el pecado sobreabundó la gracia» (Rm 5,20).
5. El triunfo cristiano es siempre una cruz, pero una cruz que al mismo tiempo es bandera de victoria, que se lleva con una ternura combativa ante los embates del mal. El mal espíritu de la derrota es hermano de la tentación de separar antes de tiempo el trigo de la cizaña, producto de una desconfianza ansiosa y egocéntrica. El Evangelio nos invita siempre a correr el riesgo del encuentro con el rostro del otro, con su presencia física que interpela, con su dolor y sus reclamos, con su alegría que contagia en un constante cuerpo a cuerpo. La verdadera fe en el Hijo de Dios hecho carne es inseparable del don de sí, de la pertenencia a la comunidad, del servicio, de la reconciliación con la carne de los otros. El Hijo de Dios, en su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura.
Al término de la plática se compartió el pan y acompañaron a los servidores los sacerdotes: P. Juan Rodríguez, P. Juan Manuel Fernández, P. Hugo Landeros, P. Antonio Borja, los Diácono Antonio Pérez y Emmanuel Ayala.
En el convivio estuvieron presentes entre otros los ministerios de: Evangelización, catequesis, los diversos coros música, ministerio de pre-bautismales, cáritas, liturgia, ministerio de Enfermos, ministros Extraordinarios de Eucaristía, coordinadores de comunidades; desde luego que faltaron una buena cantidad de servidores que se ocuparon en varias actividades personales, pero al final se cumplió el objetivo u deseamos que todo siga ese rumbo evangelizador.