San LUIS IX, rey de Francia, 25 de Agosto.
Nacido en Poissy, cerca de París, en 1214;
Muerto en Túnez el 25 de Agosto de 1270.
Subió al trono a los doce años; pero su madre, Blanca de Castilla, ejerció la regencia durante los primeros doce años del reinado (1226-1236). Ella le había casado con Marguerite de Provence; ésta le dio once hijos. Si en otras cosas era tan buena, la reina Blanca era una víbora como suegra; tan celosa, que los tiernos esposos tenían que refugiarse bajo una escalera abovedada, con un centinela en cada extremo, cuando deseaban hablar y besarse un poco.
En 1248, Luis se hizo cruzado para recuperar Palestina de manos del sultán de Egipto. Victorioso en Damiette en 1249 vencido y hecho prisionero en Mansouranth (Egipto) al año siguiente solo recuperó su libertad a precio de un enorme rescate. Visitó después los santos lugares, restauró algunas fortalezas que los cristianos aun conservan en Siria, y volvió a Francia tras seis años de ausencia.
Alto y esbelto San Luis era guapo, con cabello largo y rubio, “aspecto angélico y ojos de paloma”. Dejó el recuerdo de ser un rey perfecto y un santo completamente amable. Aseguró la paz interior y exterior de su reino, gobernó con sabiduría y firmeza, cuidó la sangre de sus súbditos y acrecentó su bienestar, hizo reinar la misma justicia para todos. Terciario de San Francisco, diariamente asistía a una misa rezada y otra cantada, recitando todas las horas del breviario, distribuyendo pan, una medida de vino y un trozo de carne a ciento veintidós pobres.
Habiéndose embarcado nuevamente el 1º de agosto de 1270 para la cruzada (la octava y última), murió de la peste cuatro semanas mas tarde en Túnez, tendido sobre la ceniza.