Salmo 68 (69). Sábado 2 de Agosto de 2014.
“DEFIÉNDEME Y AYÚDAME, DIOS MÍO”.
Sácame del barro, que no me hunda; líbrame del vértigo del agua profunda.
Que las olas no me sumerjan, ni me trague el torbellino ni el pozo cierre sobre mí su boca.
¡Pero a mí, humillado y afligido, que me levante, oh Dios, tu ayuda!
Celebraré con un canto el nombre de Dios, proclamaré sus grandezas, le daré gracias.
Vean esto, los humildes, y regocíjense.
¡Reanímense, los que buscan al Señor!
Pues el Señor escucha a los pobres, no desdeña a los suyos prisioneros.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México