Salmo 112 (113). Miercoles 13 de Agosto de 2014.
“BENDITO SEA EL SEÑOR AHORA Y PARA SIEMPRE”.
¡Aleluya!
¡Alaben, servidores del Señor,
alaben el nombre del Señor!
¡Bendito sea el nombre del Señor
ahora y para siempre!
¡Desde donde sale el sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor!
¡El Señor domina a todas las naciones,
su gloria está por encima de los cielos!
¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
que se sienta en las alturas,
pero que se inclina para ver
los cielos y la tierra?
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México
Sagrado es ‘Yo Soy’, por que en su Ser todo “es”, suspendido de su amor, principio y fin. Su Nombre no tiene referencia ni entre las ideas ni entre los seres ni entre las cosas, no admite análisis ni interpretación ni reducción alguna, sólo la sublime experiencia del asombro que se rinde ante su Presencia Paterna. Pero Yo Soy, Magno, Magnificente y Magnífico, se inclina para ver los cielos y la tierra, y hé aquí que r e c o g e y l e v a n t a al pobre, al desvalido y al estéril para darles hogar y asiento entre los grandes de su pueblo. Magnánimo ES, para con sus hijos de todos los confines y más. ¡Alábenle, Alábenle!, porque no le somos indiferentes, camina con nosotros recto y compasivo. Él es nuestro Bien y nuestra Dicha, esperanza de los despreciados, despojados y deshechados.