“SI CON LA AYUDA DEL ESPÍRITU, DAN MUERTE A LOS BAJOS DESEOS DEL CUERPO, VIVIRÁN”.
Ustedes ya no están en la carne, sino que viven en el espíritu, pues el Espíritu de Dios habita en ustedes. Si alguno no tuviera el Espíritu de Cristo, éste no le pertenecería.
Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos está en ustedes, el mismo que resucitó a Jesús de entre los muertos dará también vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que habita en ustedes.
Entonces, hermanos, no vivamos según la carne, pues no le debemos nada.
Si viven según la carne, necesariamente morirán; más bien den muerte a las obras del cuerpo mediante el espíritu, y vivirán.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México