San Efrén y la beata Ana María de Taigi,  9 de junio.

San Efrén y la beata Ana María de Taigi, 9 de junio.

San Efrén y la Beata Ana María de Taigi


Nació en Siena (Toscana, Italia) en el año de 1769, muere en la ciudad de Roma el 9 de junio del año de 1837.

Su padre era farmacéutico de Siena, dejó está ciudad para mudarse a Roma, instalándose para buscar una mjor manera de ganarse la vida, fueron tiempos difíciles,  él y su familia cayó en la pobreza; por tanto Ana María tuvo que trabajar a los 12 años en un obrador

A los 18 años se empleo como una camarera;  a los 21 años ella se desposó con Domenico Taigi, el era criado en el castillo de Chigi.

De su matrimonio procreó 7 hijos, sus parientes también vivían con ellos, ya que se habían refugiado en la casa de Ana María, sólo ganaban 6 escudos al mes, con tal cantidad  quizá  ya se hubieran muerto de hambre comentaba Domenico Taigi.

Eso no llego a suceder, ya que se le atribuían grandes beneficios que Dios  derramaba a esta familia, gracias  a las oraciones de Ana María, convencido de ello, Domenico dejaba orar a su esposa  todo lo que ella quería y que no se preocupara de nada.

No todo era pan dulce, varias ocasiones  Domenico se ponía  gruñón, enojón, le daba la manía de jalar del mantel, haciendo volar la sopera y platos, por su parte  el padre de Ana María maldecía la decisión que tomó y que los tenía en tan deplorable situación, el ex farmacéutico gritaba y se desesperaba, renegando de la vida, también se ponía insoportable, Ana María evitaba contradecirlos y siempre apaciguaba la tormenta con una palabra amable.

Ana María era dulce, amable, ordenada, afectuosa y gobernaba muy bien su casa, además si se le agregaba que siempre estaba feliz y alegre de todo lo que hacía, sus mismos hijos dieron testimonio del trato de su madre para con ellos teniendo una infancia feliz y sana, todos vivían como buenos cristianos.

Se le conoció como una mujer  de una oración de intercesión como hay pocas, se cuenta que a lo largo de su beatificación, desde el primer día de su matrimonio, ella tenía un poco más alto de la estatura de su cabeza, un pequeño sol que encerraba la corona de espinas del Señor Jesús, de ese sol le venían grandes bendiciones y sufrimientos, los cuales siempre estuvo dispuesta a cumplirlos, le bastaba levantar los ojos para saber quién necesitaba oración.

San Efrén

Etimológicamente significa “fructífero”. Viene de la lengua hebrea.

Estamos muy lejos en el tiempo. Nada menos que en el año 373, fecha en la que murió san Efrén.

San Efrén logró durante su vida una gran fama como poeta y compositor de himnos religiosos, y en la antigüedad fue el más grande poeta cantor de la Santísima Virgen, una gran devoción por la virgen María. La Iglesia Católica lo ha declarado Doctor de la Iglesia y los antiguos lo llamaban “”Arpa del Espíritu Santo””. Tenía especialísima cualidad para escribir poesías, y San Basilio dice que era tal la estimación que los antiguos tenían por sus escritos, que después de las lecturas de la Sagrada Escritura, en varias iglesias se leía alguna página escrita por este santo.

Cuando se estudia la vida de Efrén, sorprende a primera vista que no era extraño que ya en su tiempo le  llamaran el místico, con el apelativo precioso  de < >.

La historia de este joven es muy interesante. Nació en Nesaybin, Turquía. Entonces pertenecía a la provincia romana de Mesopotamia. Desde joven quedó marcado por la vida intolerante de su padre, el padre  era un acérrimo pagano de tomar las  armas.

Efrén, viendo que su padre le hacía la vida imposible porque se había convertido al cristianismo, huyó de casa para evitar malos tratos y una continua tortura psicológica, pues con tantos cuestionamientos, cualquiera  pierde la cabeza. Ya puede dar cuenta de que no hay  nuevo bajo el sol.

El mejor aporte de San Efrén es el que, a él le debemos en gran parte la introducción de los cánticos sagrados e himnos en las ceremonias católicas. Por medio de la música, los himnos se fueron haciendo populares y se extendieron prontamente por todas las iglesias. Los himnos de San Efrén se hicieron famosos por todas partes y la misma Iglesia se sentía en una gran comunón con este santo.

Después de abandonar a su padre Efrén se fue  derecho al obispo del lugar. Al verlo tan necesitado, lo acogió. Según el historiador san Gregorio de Tours, este joven, en compañía del obispo, logró su plena formación y conversión a la fe del Señor. Contaba entonces 18 años.

El obispo lo ordenó de diácono, orden que precede al sacerdocio, A pesar de las instancias y peticiones del obispo para que se ordenara de sacerdote, él siempre renunció porque no se veía digno.

A pesar de todo, fundó una escuela de teología en  Nesaybin que se distinguió por su alto grado de preparación y por el esplendor de sus alumnos.

Cuando gozaba de una profunda felicidad en la escuela y entre sus alumnos, llegó una invasión persa y se apoderó de la región. Efrén, viendo lo que le esperaba, cruzó la frontera y  fundó la  escuela en Edesa dentro del imperio romano.

Aquí se convirtió en el gran defensor de la doctrina cristológica y trinitaria en la Iglesia siria de Antioquía. Escribió muchos libros, hizo el comentario de toda la Biblia, escribió muchos poemas que sustituyeron a los cantos empleados en las fiestas populares de los herejes.

El tema fundamental de sus poesías es cantar la presencia de Cristo en todas las cosas, en la creación y en la carne. También en el Antiguo Testamento veía él “esbozos” y “tipos” de Cristo. Con ello se oponía a tendencias “gnósticas” y “helenizantes” de la fe cristiana, como el arrianismo. Naturalmente, su canto a la Encarnación le hace ser un cantor excelente de la Virgen María, escogida por Dios para la unión más estrecha entre Cristo y la carne, y figura de la Iglesia.

Acerca del autor

Temas relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.