Dame Paciencia, Señor…Hijo, si emprendes en serio el camino de Dios, Prepara tu alma para las pruebas que vendrán;Siéntate pacientemente ante el lumbral de su puertaAceptando con paz los silencios,Ausencias y tardanzas a las que Él quiera someterte,Porque es en el crisol del fuegoDonde se purifica el oro.Señor Jesús, desde que pasaste por este mundo Teniendo la paciencia como vestidura y distintivo,Es ella la reina de las virtudesY la perla más preciosa de tu corona.Dame la gracia de aceptar con pazTodas las pruebas que vengan con gratitudEl camino desconcertante de la GraciaY las emergencias imprevisibles de la naturaleza.Acepto con pazLa marcha lenta y zigzagueante de la oraciónY el hecho de que el camino para la santidadSea tan largo y difícil.Acepto con paz las contrariedades de la vidaY las incomprensiones de mis hermanos,Las enfermedades y la misma muerte,Y la ley de la insignificancia humana, es decir,Que, después de mi muerte,Todo seguirá igual como si nada hubiese sucedido.Acepto con pazEl hecho de querer tanto y poder tan poco,Y que, con grandes esfuerzos,He de conseguir pequeños resultados.Acepto con paz la ley del pecado, pues,Hago lo que no quieroY dejo de hacer aquello que me gustaría hacer.Dejo con paz en tus manosLo que debiera haber sido y no fuiLo que debiera haber hecho y no hice.Acepto con paz las leyes de la precariedadY de la transitoriedad,La ley de la mediocridad y del fracaso,La ley de la soledad y de la muerte.A cambio de toda esta entrega, dame la paz, Señor.