De la carta del Apóstol Santiago 4,1-10. Martes 25 de Febrero de 2014.
“SI USTEDES PIDEN Y NO RECIBEN, ES PORQUE PIDEN MAL”.
¿De dónde proceden esas guerras y esas riñas entre ustedes? De aquí abajo, por supuesto; son el fruto de las codicias, que hacen la guerra dentro de ustedes mismos.
Ustedes quisieran tener y no tienen, entonces matan; tienen envidia y no consiguen, entonces no hay más que discusiones y peleas.
Pero si ustedes no tienen es porque no piden,
o si piden algo, no lo consiguen porque piden mal; y no lo consiguen porque lo derrocharían para divertirse.
¡Adúlteros! ¿No saben que la amistad con este mundo es enemistad con Dios? Quien desee ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios.
No sin razón dice la Escritura que el espíritu que habita en nosotros quiere tener cada vez más;”
pero Dios tiene mejores cosas que dar. Y la Escritura añade: Dios resiste a los orgullosos, pero hace favores a los humildes.
Sométanse, pues, a Dios; resistan al diablo y huirá de ustedes;”
acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Purifíquense las manos, pecadores; santifiquen sus corazones, indecisos.
Reconozcan su miseria, laméntenla y lloren. Lo que les conviene es llanto y no risa, tristeza y no alegría.
Humíllense ante el Señor y él los ensalzará.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México