Venid todos a Mi y no temáis porque os Amo
¿Si crees en Mi por qué inquietarte?
“No temas nada”
Quiero que pienses en mí cada hora del día y de la noche,
Quiero que tú hagas,
Aún la acción más insignificante, sólo por amor.
Cuento contigo para que me ames y me des gloria;
Te daré, la mía.
Cuando tengas que sufrir, te daré fortaleza.
Dame tu amor y te enseñare a amar más allá de lo que nunca has soñado…
Pero recuerda, ámame como eres.
No te preocupes
De no tener virtudes, te daré las mías.
Cuando tengas que sufrir, te daré mi fortaleza.
Te he dado a mi Madre, deja todo en su Corazón Purísimo,
Pase lo que pase…
Si esperas a ser santo para abandonarte al Amor,
No me amarás jamás…
Anda Ámame como eres.
Recuerda, Yo soy tu Dios….
Tu Señor…
Tu Salvador…
Tu Maestro…
Tu Hermano…
Tu Amigo…
Si crees en mí, vivo siempre contigo y te Amo…
Ámame como tú eres…
Lo demás déjalo en mí…
Conozco tu miseria, la aflicción y la tribulación de tu alma,
La debilidad y la enfermedad de tu cuerpo,
Lo mismo tu vileza y tus pecados,
A pesar de todo,
Yo te digo:
Dame tu corazón, ámame como eres…
Si te esperas a ser ángel para abandonarte al amor,
No me amaras jamás.
Aunque seas débil en la práctica del deber y de la virtud y caigas nuevamente en aquellos pecados que no quisieras volver a cometer,
No te olvides ámame como eres…
En todo instante,
En cualquier situación en que te encuentres,
En el fervor o en la tibieza,
En la fidelidad o en la infidelidad,
Ámame como tú eres…
Quiero el amor de tu pobre corazón,
Si esperas a ser perfecto no me amaras jamás.
- ¿Qué no podría yo, acaso, hacer de cada grano de arena un serafín radiante de pureza, de nobleza y de amor?
- ¿No soy Yo el omnipotente y si me place dejar aquellos seres maravillosos y preferir el pobre amor de tu corazón, al de ellos.?
Hijo mío, deja que te ame,
Quiero tu corazón.
Ciertamente quiero con el tiempo transformarte, pero, por ahora,
Te quiero como eres y deseo que tú hagas lo mismo.
Quiero ver surgir,
Del fondo de tu miseria,
EL AMOR.
Amo en ti hasta tu debilidad,
Amo tu amor pobre y miserable,
Quiero que salga de lo más profundo de tu ser un grito continuo:
“Jesús te amo”…
Quiero únicamente el canto de amor de tu corazón no necesito tu ciencia o tu talento.
Sólo una cosa importa,
El verte vivir amado.
No son tus virtudes las que quiero,si te diese, eres tan débil,
Que alimentarias tu amor propio,
no te preocupes por esto.
Te podría haber destinado a grandes cosas,
pero no serías siervo inútil,
te amo aunque seas tan poca cosa,
Porque te he hecho para el amor.
Hoy estoy a la puerta de tu corazón,
Como un mendigo suplicante.
Yo, Rey de reyes
Busco y espero;
Apúrate y ábreme.
No alegues tu miseria,
Si tú conocieses perfectamente tu indigencia,
Morirías de dolor.
Lo que me heriría el Corazón,
Sería verte dudar de mí y faltar a la fe…
Tan sólo ámame…