Evangelio San Juan 3,22-30. Sábado 11 de Enero de 2014.
“EL AMIGO DEL NOVIO SE ALEGRA DE OIR SU VOZ”.
Después de esto, Jesús se fue con sus discípulos al territorio de Judea. Allí estuvo con ellos y bautizaba.
Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salín, porque allí había mucha agua; la gente venía y se hacía bautizar.
(Esto ocurría antes de que Juan hubiera sido encarcelado).
Un día los discípulos de Juan tuvieron una discusión con un judío sobre la purificación espiritual.
Fueron donde Juan y le dijeron: “Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, y en cuyo favor tú hablaste, está ahora bautizando y todos se van a él.
Juan respondió: “Nadie puede atribuirse más de lo que el Cielo le quiere dar.
Ustedes mismos son testigos de que yo dije: Yo no soy el Mesías, sino el que ha sido enviado delante de él.
Es el novio quien tiene a la novia; el amigo del novio está a su lado y hace lo que él le dice y se alegra con sólo oír la voz del novio. Por eso me alegro sin reservas.
Es necesario que él crezca y que yo disminuya.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México