Estructuras para formación del creyente en la vida sacramental.
Es inevitable el no tocar los métodos actuales sobre la catequesis de los sacramentos en los adultos; se ha reducido en algunas partes a aplicar ideas que parecen bastantes desconcertantes e incluso incoherentes al dejar que las diócesis apliquen el método que más se adapte a sus necesidades y tal vez se diga que es natural que así sea.
El episcopado de México ha planteado métodos para impartir la formación en los sacramentos en los fieles; el obispo auxiliar de Durango Enrique Sánchez Martínez expresó una realidad que vive nuestro pueblo católico en su mayoría:
La realidad, que es más cruda, nos interpela, nos desafía, ya que nos muestra la manera de cómo hemos evangelizado, de cómo hemos educado en la fe, la iniciación cristiana que se ha impartido en nuestras parroquias ha sido pobre, no hemos evangelizado ni catequizado convenientemente, no la hemos implementado como un proceso.
Hay una falta de compromiso en los fieles en cuanto a formarse en los sacramentos por la responsabilidad que representa, hay estructuras que utilizan parroquias que son aburridas, obsoletas, ineficaces e incluso unas que buscan animar con cantos, oraciones, dinámicas y han llegado a tratar de usar jueguitos para hacer ameno el rato que pasan los fieles con los catequistas, arriesgando una evangelización superficial pues no se trata de sentir bonito sino de vivir los medios de santificación que nuestro Señor Jesús ha dado a su Iglesia.
El obispo auxiliar de Puebla Mons. Eugenio Lira Rugarcía, quien es secretario general del CEM, citó palabras que tantos se han pronunciado a lo largo del tiempo:
Dios, creador de todas las cosas, envió al Mundo a su Hijo, verdadero Dios y verdadero hombre, para que, naciendo de la Santísima Virgen María, con su vida, pasión, muerte y resurrección, y comunicándonos al Espíritu Santo, nos liberara del pecado y de la muerte –que por el pecado original tenían sometida a la humanidad–, nos reuniera en su Iglesia, y nos hiciera hijos suyos, participes de su vida plena y eternamente feliz, que consiste en amar a Dios y al prójimo, como Jesús mismo nos ha enseñado.
El problema es ¿cómo hacerlo llegar a los fieles para que se entreguen verdaderamente a su fe?, estas palabras están pronunciadas en gran cantidad de libros religiosos, el detalle es ponerlas en práctica.
Vuelve a citar Mons. Eugenio Lira:
La conciencia moral, presente en lo íntimo de la persona, es un juicio de la razón, que en el momento oportuno orienta a hacer el bien y a evitar el mal, permitiéndole ser libre y asumir la responsabilidad de sí misma. Esto requiere educación y la asistencia del Espíritu Santo.
La pregunta que hacemos: ¿cuántos fieles hemos recibido un curso de moral fundamental o ética?, muchos apenas tuvieron la formación mínima con aquel librito de mi primera comunión que todavía se usa por no haber métodos y estructuras aplicables y accesibles que involucren al fiel a participar sin pensar que todo esto es una pérdida de tiempo.
Hay una realidad, muchas veces la Iglesia descuida aspectos muy sencillos en la evangelización y en la vida sacramental, el descuido es muy latente y no es que estemos en contra del episcopado mexicano o la Iglesia, son palabras de quienes forman parte del CEM:
Monseñor Luis Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de Las Casas, informó que el papa Francisco autorizó el uso de los idiomas aborígenes tzotzil y tzeltal para administrar sacramentos y la celebración de la misa en el sureño estado mexicano de Chiapas.
“Es una señal de que el Papa quiere que estemos más cerca de nuestros pueblos”, expresó el prelado mexicano y señaló que la autorización es un reconocimiento del trabajo que se hizo en la diócesis por el tzeltal, que explicó “sólo se usa entre nosotros, y por el tzotzil, que también se usa en la arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez”.
El Papa busca que se catequice en su idioma, en su espacio, en su tiempo. Necesitamos estructuras que sean asentadas por gente que trabaja impartiendo los sacramentos en la vida diaria, no gente que esta atrás de escritorios o metidos en conventos, monasterios o en mil actividades eclesiales y que solo escriben sobre los sacramentos para decir que sí hay atención en este punto esencial; el Papa Francisco ha luchado contra estructuras obsoletas que en este siglo ya no funcionan y se tienen que modificar, la parte activa del sacerdote es urgente; vemos la formación de catequistas, predicadores laicos pero el sacerdote poco participa y cuando participa todo le parece mal, entonces… ¿qué se necesita?, pues, definir objetivos a lograr y a ir mejorando el método que en su proceso de frutos llevando al hermano a Cristo Jesús.
Deseamos que este año la Iglesia en México se ponga las pilas, el laico necesita ser formado adecuadamente para que enseñe la fe correctamente, los sacramentos son los más básicos en la vida de un fiel, pero el estudio de la sagrada palabra de Dios, del catecismo, de formación en tantas áreas son vitales para trasmitir una fe sólida, sigamos apoyando a los catequistas y predicadores para que participen activamente con los párrocos y vicarios y así extender el evangelio a nuestros hermanos.