Etimológicamente significa “dios de la guerra”. Viene de la lengua latina.
Martín de Tours Nace en el año de 316 en Sabaria, Panonia; lo que actualmente es Szombathely, Hungría.
Se conoce muy poco de su infancia, pero a la edad de 15 años, ya era soldado. Los hijos de militares estaban obligados a enrolarse en el ejercito esa edad y el se conoce que su padre era un militar.
Con los cambios que sufrían los militares de acuerdo a los necesitaban, lo trasladaron Francia. Cuando entró en la población de Amiens, vio a un pobre desnudo y le dio la mitad de su capa. Durante la noche tuvo una visión en la que se le decía que era a Cristo a quien le había entregado su capa, muchos santos han recibido revelaciones de este tipo y así comienza a entregarse a la vida religiosa.
Al adherirse al cristianismo, batalló bastante, pues no se convencía, pero al decidirse, se retiro del ejercito, se unió al que sería su gran amigo, san Hilario de Poitiers.
Así se inicia su ministerio, predicando los dos amigos sin cesar, la palabra de Dios por donde eran enviados y a la vez ven la necesidad de fundar monasterios, los cristianos nombraron a Martín obispo.
Los reyes de Francia, también estaban enterados de su misión apostólica y sabían que andaban de lugar en lugar, a ellos llegó la forma de cómo se convirtió y el gran acto de caridad a aquel desnudo, por eso al morir Martín, los reyes conservaron en el palacio real la mitad de la capa.
Carlomagno al saber el valor de la capa, cuando tuvo que irse a Aquisgrán, se llevó esta reliquia como algo inapreciable, algo de gran valor.
Trabajó y predicó por todo el centro de Francia y por las orillas del río Loire sin cesar, hombre que tenía bastante contacto con la feligresía, no le gustaba estar en su zona episcopal, al contrario salía bastante. En este lugar fue donde dijo estas célebres palabras:”Señor, si no hace falta, consérvame la vida, pues no rechazo el trabajo” Murió el año 397.