Miércoles III, Tiempo Ordinario
Vísperas
Himno
Tiempo ordinario:
Señor, tú eres mi paz y mi consuelo
Al acabar el día su jornada,
Y, libres ya mis manos del trabajo,
A hacerte ofrenda del trabajo vengo.
Señor, tú eres mi paz y mi consuelo
Cuando las luces de este día acaban,
Y, ante las sombras de la noche oscura,
Mirarte a ti, mi luz, mirarte puedo.
Señor, tú eres mi paz y mi consuelo,
Y aunque me abruma el peso del pecado,
Movido por tu amor y por tu gracia,
Mi salvación ponerla en ti yo quiero.
Señor, tú eres mi paz y mi consuelo,
Muy dentro de mi alma tú esperanza
Sostenga mi vivir de cada día,
Mi lucha por el bien que tanto espero.
Señor, tú eres mi paz y consuelo,
Por el amor de tu Hijo, tan amado,
Por el Espíritu de ambos espirado,
Conduce nuestra senda hacia tu encuentro.
Amén.