De la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 3,21-30. Jueves 17 de Octubre de 2013.
“EL HOMBRE ES JUSTIFICADO POR LA FE Y NO POR CUMPLIR LA LEY DE MOISÉS”.
Pero ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, atestiguada por la ley y los profetas,
justicia de Dios por la fe en Jesucristo, para todos los que creen – pues no hay diferencia alguna;
todos pecaron y están privados de la gloria de Dios –
y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús,
a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente,
en el tiempo de la paciencia de Dios; en orden a mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser él justo y justificador del que cree en Jesús.
¿Dónde está, entonces, el derecho a gloriarse? Queda eliminado.!? Por qué ley? ¿Por la de las obras? No. Por la ley de la fe.
Porque pensamos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley.
¿Acaso Dios lo es únicamente de los judíos y no también de los gentiles? ¡Sí, por cierto!, también de los gentiles;
porque no hay más que un solo Dios, que justificará a los circuncisos en virtud de la fe y a los incircuncisos por medio de la fe.
Biblia de Jerusalén / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México