2a lect. de la 2a carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 1,6-8.13-14. Domingo 6 de Octubre de 2013.
“NO TE AVERGÜENCES DE DAR TESTIMONIO DE NUESTRO SEÑOR”.
Por eso te invito a que reavives el don de Dios que recibiste por la imposición de mis manos.
Porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino un espíritu de fortaleza, de amor y de buen juicio.
No te avergüences, pues, del martirio de nuestro Señor ni de mí al verme preso. Al contrario, sufre por el Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios.
Toma como norma la sana doctrina que has oído de mí sobre la fe y el amor según Cristo Jesús.
Conserva el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
Comentario
Esta carta de San Pablo a “su hijo en la fe” Timoteo es muy tierna en el sentido de que con sumo cuidado va formarlo en la fe y a la vez recordando que la salvación la tiene por medio del Padre y de nuestro Señor Jesucristo, no la tiene por la ley, tierna a la vez porque Pablo está en la cárcel, Pablo hace notar eso y cuidar aquellos seductores que pueden alejar al creyente de la fe, los temas de una interpretación errónea genero problemas, pues las doctrinas gnósticas siempre han desfigurado la fe en Cristo Jesús como en el siglo II d. C sucedió.
El Apóstol trata de recalcar la verdad o seguridad de una afirmación que se debe tomar muy en serio como es la fe recibida. La imposición de las manos es un acto que los sacerdotes hacen en la confirmación del fiel para darle el sentido de su misión, sin embargo aquí le recuerda a Timoteo que le impuso las manos para la misión de hacerse responsable de aquella Iglesia (presbítero). La doctrina está tomada del uso vivo de la catequesis oral trasmitida por los apóstoles. Nótese también el interés que pone en hacer ver que lo hecho con él por Jesucristo es para que sirva de estímulo a los demás, por pecadores que sean, motivación a las comunidades no judías y judeo-cristianas, que nadie debe desesperar porque la fe es así.
Pablo sabe que la fe en Cristo y en el padre será la única salvación para el pecador, pero habrá momentos que pueden hacer que se desaliente la fe por las persecuciones, sin embargo el don recibido por la imposición de manos es el Espíritu santo que da valor, fortaleza, valentía, por ello no debe de haber cobardía en dar testimonio de su fe ya que le recuerda que eso lo va a lograr por la gracia de su ordenación, gracia que sólo Dios da, la fe de que Dios cumpla su promesa de salvación es una realidad, no se debe Timoteo ni ninguno de la Iglesia de avergonzar del evangelio y menos de que San Pablo este encarcelado.
Por último San Pablo se pone de ejemplo para Timoteo, recordando todo su trabajo evangelizador, esperando que todos aquellos discursos, sus obras de amor y su vida misma sirva para motivar la sana fe y doctrina. Esperamos que usted sea afortunado en creerle a Cristo, al Padre y al Espíritu santo y tome la fe como algo cierto y no meramente de la Iglesia sino del Dios amoroso..
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México
