SANTA LIDIA
Etimológicamente significa “ habitante de Lydos”, en Asia Menor. Viene de la lengua griega.
Se sabe de esta joven, que fue la primera en recibir la fe del cristianismo junto con su familia en Europa antigua, lo cual se narra en hechos 16, 15: “Se bautizó con toda su familia y nos rogaba:
–Si me tienen por creyente en el Señor, vengan a hospedarse a mi casa.
Y les insistía”
Nació en el primer siglo, la gran cuna del cristianismo, en el seno de una familia muy trabajadora en el comercio de telas y de púrpura y forma parte importante en los hechos de evangelización de los apóstoles y más en concreto con el apóstol Pablo, mujer que a la palabra de Dios, se convierte y se entrega totalmente a profesar la fe y de cuidarla.
.
La tela que ellos comerciaban (púrpura) la extraída de unos moluscos, y se sobre entiende que era muy especial, uno de los mejores artículos para clase alta o aristócrata de aquella época. Su precio era bastante elevado por lo difícil del trabajo, su proceso y de su transporte de una parte para otra.
Está mujer de gran conversión en realidad no le faltaba el dinero, es por eso que su conversión es loable pues si recordamos las palabras del evangelio donde le dijo Jesús al famoso joven rico que renunciará a las riquezas pues, esto podría ser algo semejante, la renuncia a la riqueza por la vida eterna.
Lydia, de una forma muy singular aceptó la palabra de Dios en su corazón: “Nos escuchaba una mujer llamada Lidia, comerciante en púrpura en Tiatira y persona devota. El Señor le abrió el corazón para que prestara atención al discurso de Pablo”
Apoyó y financio sin duda alguna la gran labor misionera de Pablo y estrecharon una relación importante, en Grecia fue determinante para que el evangelio llegue a toda la Europa.