San Alejandro Nevski, nacido en 1220; muerto en 1262. Entre todos los héroes que o los rusos han canonizado por haber defendido “el suelo de la Santa Rusia”, Alejandro, duque de Novgorod, es el mas célebre, Sus títulos para la “santidad”
San Alejandro, 30 de Agosto.
San Alejandro Nevski, nacido en 1220; muerto en 1262. Entre todos los héroes que o los rusos han canonizado por haber defendido “el suelo de la Santa Rusia”, Alejandro, duque de Novgorod, es el mas célebre, Sus títulos para la “santidad” son las victorias que logró, la primera a la edad de veinte años, sobre los invasores suecos a orillas del Neva (1240), de donde le viene el sobrenombre de Nevski (“el hombre del Neva”); la segunda, dos años mas tarde, sobre los caballeros teutones cerca del lago Peipus, (Estonia), pero ésta última fue temporal; los caballeros teutones volvieron pronto a la conquista de los países bálticos y los convirtieron al cristianismo. Alejandro tuvo también la gloria de ser abuelo del gran Duque Daniel, creador de la ciudad de Moscú y fundador de la gran Rusia.
San Ramón (Nonato), 31 de Agosto.
Habría nacido en Portel (Cataluña, (España) en 1204,
Y habría muerto ahí en 1240.
El sobrenombre de Nonato se le dio porque no había nacido (non natus) como todo mundo, ya que había sido retirado del seno de su madre, cuando ésta había ya muerto. Su padre era, según unos, un pastor; según otros, un miembro de la familia Cardona, una de las mas nobles de España.
Ramón entró muy joven a la orden de la Merced, que en esa época fundó Pedro Nolasco. Ordenado sacerdote en 1222, se consagró hasta 1231 a “la redención de los cautivos”. Liberó 140 en Valencia en 1226, 250 en Argel en 1229 y 228 en Túnez al año siguiente. Fue en esta ciudad en donde tuvo ocasión de observar el voto que obligaba a los mercedarios a arriesgar su persona y su vida, si era necesario, para rescatar a los cristianos cautivos de los infieles. Al no tener la suma exigida por los mercaderes de esclavos, Ramón se hizo prisionero. Lo hubieran empalado, si ello no les hubiera privado de un buen rescate. Para impedir que convirtiera a los carceleros, le pusieron en los labios un candado que únicamente habrían para que comiera. Tras ocho meses de este tratamiento, llegó de España la suma que Pedro Nolasco enviaba para pagar su rescate.
Pasó los últimos diez años de su vida, parte en Roma como procurador de su orden; parte en diversos países como predicador de la cruzada. Fue así como llegó a Francia en 1235, encargado por Gregorio IX para presionar a San Luis a partir a Tierra Santa. Ramón murió en el castillo Cardona de Portel, en donde estaba de paso, el 26 de agosto de 1240, mientras cumplía una nueva misión pontificia en España. Había recibido el capelo cardenalicio algunos meses antes.