(salmo) Deuteronomio 32. Martes 13 de Agosto de 2013.
“BENDICE, SEÑOR, A TU PUEBLO”.
Voy a proclamar el nombre de Yavé:
¡alaben a nuestro Dios!
El es la Roca, cuya obra es perfecta.
Acuérdate de los días pasados,
recuerda las generaciones anteriores.
Interroga a tu padre, que te cuente,
a tus ancianos, que te expliquen.
Cuando el Altísimo dio a cada pueblo su tierra,
cuando repartió a los hijos de Adán,
fijó las fronteras de los pueblos
según el número de los Hijos de Dios.
Pero la parte de Yavé fue su pueblo,
Jacob fue su propio dominio.
Sólo Yavé lo guiaba,
no estaba con él ningún dios ajeno.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México