Salmo 138 (139). Miércoles 28 de Agosto de 2013.
“CONDÚCENOS, SEÑOR, POR TU CAMINO”.
¿A dónde iré lejos de tu espíritu,
a dónde huiré lejos de tu rostro?
Si escalo los cielos, tú allí estás,
si me acuesto entre los muertos,
allí también estás.
Si le pido las alas a la aurora
para irme a la otra orilla del mar,
también allá tu mano me conduce
y me tiene tomado tu derecha.
Sí digo entonces:
“¡Que me oculten, al menos, las tinieblas
y la luz se haga noche sobre mí!”
Mas para ti ni son oscuras las tinieblas
y la noche es luminosa como el día.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México