La intercesión de Moisés.Oremos para que nuestro Señor nos de la gracia de interceder por las necesidades de nuestros hermanos que más sufren.
Hora santa
Parroquia de San Pío X
Padre Santísimo tú que eres nuestro mejor maestro de oración y que nos llamas a todos a pedir para recibir, a buscar para hallar y a llamar para que se nos abra, enséñanos a amar y a ser misericordiosos como lo eres tú para que al ver a nuestros hermanos sufriendo nuestro corazón arda de amor y de dolor ante su padecer y supliquemos a tu divino Corazón compasión a todos sus tormentos; danos la gracia de ser hombres de oración.
Lectura de la primera carta del apóstol san pablo a Timoteo 1,1.2, 12-14 De pie
Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por disposición de Dios, nuestro Salvador y de Cristo Jesús, nuestra esperanza, te deseo a ti, Timoteo, mi verdadero hijo en la fe, la gracia, la misericordia y la paz, de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Doy gracias a aquel que me ha fortalecido, a nuestro Señor, Jesucristo, por haberme considerado digno de confianza al ponerme a su servicio, a mí, que antes fui blasfemo y perseguí a la Iglesia con violencia, pero Dios tuvo misericordia de mí, porque en mi incredulidad obre por ignorancia y la gracia de nuestro Señor se desbordó, sobre mí, al darme la fe y el amor que proviene de Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
Releemos en silencio y compartimos la frase que más nos llegue.
Canto.
Tu fidelidad es grande, tu fidelidad incomparable es
Nadie como tu bendito Dios, grande es tu fidelidad.
La intercesión de Moisés.
La intercesión es amiga íntima de la Evangelización. Ricardo Mishier.
Moisés siempre luchaba por la liberación, la protección y la provisión del pueblo de Israel, pero cuando vino el ataque de los amalecitas, ¿Qué hizo? ¿Se puso a la cabeza del ejército? ¡No! El dijo a Josué:
Elígete algunos hombres y sal mañana, a combatir contra Amalec. Yo me pondré en la cima del monte, con el cayado de Dios en mi mano Ex 17,9 Josué hizo lo que le dijo Moisés y Moisés subió a la montaña donde podía observar todo y se puso a orar. Alzando los brazos, oraba. Cuando por el cansancio empezaba a bajar los brazos, avanzaba el enemigo, pero cuando los tenia arriba todo iba muy bien. Como era un hombre viejo, no podía sostener los brazos arriba todo el tiempo. Entonces sus compañeros Aarón y Jur le ayudaron a hacerlo, hasta que los Israelitas ganaron la batalla.
Podemos aprender varias cosas de este texto:
Primero. El papel del intercesor es de suma importancia. Moisés no ordeno interceder solamente a quienes no podían llevar armas –los débiles, las mujeres, los niños- sino que el mismo, el líder principal, se entregó al papel del intercesor. Es fácil para los que tenemos alguna responsabilidad en la Iglesia, dejarnos llevar por la batalla de nuestros programas, talleres, eventos, cursos y otras actividades. Quizá nuestro lugar está en la montaña con los brazos alzados en suplica, no en el valle con la espada desenvainada.
Segundo. Moisés subió con el bastón de su autoridad en la mano. Este signo del poder de Dios que usó tanto en la liberación de su pueblo para dividir el mar, sacar agua de la roca y obrar milagros ante el Faraón. Intercedía desde la posición de autoridad que Dios le había dado y con el signo del poder de Dios en la mano. Seguramente estaba pensando: “Señor te he visto obrar maravillas, por tu poder salimos de Egipto. Seguramente no nos vas a abandonar a las amalecitas” Así nosotros podeos interceder con autoridad, poder y confianza, porque nosotros mismos hemos experimentado la liberación, la salvación de Dios.
Tercero. La intercesión se hace en la presencia de Dios. Para Moisés, la presencia estaba encima del Monte Horeb, entonces subió para orar. Puede ser que nosotros tengamos un lugar especial para orar, cuando entramos en él sentimos la presencia de Dios. Pero a la vez, sabemos que Dios está en todas partes, cualquier lugar es bueno para orar. La misma palabra “intercesión” quiere decir suplicar ante una autoridad a favor de otra persona con necesidad. En todo caso, antes de orar nos ubicamos: ¿Dónde estoy? ¿Qué hago?
Un católico, por curiosidad, entró un día en una sinagoga en Nueva York, quería ver como se adornaba y arreglaba el templo. Miraba por todos lados y aunque el diseño del recinto sagrado era de buen gusto artístico, no vio ningún adorno, solamente un letrero que decía:
DATE CUENTA DELANTE DE QUIEN ESTAS
Así, al iniciar nuestro tiempo de intercesión nos abrimos a la presencia de Dios que vive, ante el que tiene el poder para cambiar las cosas, ante el Señor que ama tanto su creación, que dio su vida para salvarla. El quiere que cada persona reciba la vida eterna que El ofrece gratuitamente. Por eso entramos con absoluta confianza en su presencia, sin dudar que escuche y responda a nuestra suplica.
Cuatro. La intercesión específica por algo limitado y concreto da más fruto. Desde su posición en la montaña. Moisés observaba cómo fluía la batalla. Cuando iba mal la situación, intensificaba su oración e incluía a otros líderes en la lucha espiritual – Aarón y Jur, que le ayudaron a levantar los brazos en suplica. No perdió de vista la promesa de Dios de darles la Tierra Prometida, pero en ese momento toda su atención se fijaba en esta batalla particular.
Quinto. La intercesión en la comunidad es más poderosa. Todos necesitamos a otros que nos sostengan los brazos. Es fácil desanimarnos y cansarnos en la intercesión. A veces empiezo a interceder por alguien con muchas ganas, pero después de algunos días pierdo el entusiasmo inicial, hasta que dejo el asunto por completo, no porque Dios me haya quitado la carga de interceder por el caso, sino porque “se me cansaron los brazos” Es difícil perseverar en la intercesión, sin el apoyo de otros intercesores. Moisés podía seguir en oración hasta la victoria porque intercedía en comunidad, con Aarón y Jur ¿Eres tú el Aarón o Jur para un Moisés?
Nos necesitamos en la intercesión. En Trujillo, Perú, la comunidad se reúne los miércoles para tres horas de intercesión, en ayunas, ante el santísimo en la Parroquia, con un sacerdote. La intercesión en la comunidad tiene mucho poder. En medio de la comunidad, el Señor nos da luz sobre cómo orar con más certeza. Así también nosotros necesitamos compañeros de intercesión, que oren por las necesidades nuestras y las de otras personas. De esta manera el Señor estará con nosotros como son Moisés, garantizando la vitoria, igual que la experimentaron los Israelitas.
Meritamos en silencio y oramos espontáneamente de acuerdo a lo que leímos.
Oremos a María Santísima
Mamita María tu que intercedes ante tu divino Hijo por todas nuestras necesidades, intercede también para que aprendamos a interceder para alcanzar las gracias y bondades que necesitan nuestros hermanos, enséñanos a ser constantes y perseverantes en la oración.
1er. Misterio. Lo que parece la solución ideal a una situación que requiere la intercesión, puede ser un producto, de nuestras ideas piadosas, no de lo que Dios quiere. Es común que pidamos una cierta cosa o acción de Dios, sin consultarle cuál es su Voluntad en ese caso y cómo debemos orar. Es cierto, no siempre sabemos cómo pedir para orar como conviene, pero es seguro que Dios busca personas que intercedan según su Voluntad.
Oremos para que nuestro Padre celestial nos de la gracia de interceder como conviene.
2do. Misterio. En el pasaje de Romanos 12,2 es posible que “lo bueno, lo agradable, lo perfecto” se refiera a grados de armonía con la voluntad de Dios. Existe una diferencia entre “lo bueno” y “lo perfecto”. Entre más oramos guiados por el Espíritu Santo y con la mente de Dios, más seguridad tenemos que intercedemos por “lo perfecto” Hay ocasiones en que no vemos la respuesta inmediata a la intercesión, pero hay que seguir adelante, firmes, sin desanimarnos. Algunas batallas se ganan más por la perseverancia que por la intensidad del esfuerzo.
Oremos para que nuestro Padre celestial nos de la gracia de interceder como conviene.
3er. Misterio. No es fácil orar con tanta intensidad por alguien que no conocemos, pero conforme profundicemos en el Corazón de Jesús, más oraremos con el mismo Espíritu con el que Él oraba. Danos tu Corazón rebosante de compasión, misericordia y amor por esta persona, Señor. Queremos orar contigo como tú oras, como tú intercedes ante el Padre. Cuando María te mostró la necesidad en Caná, tú respondiste, Jesús. Enséñanos a interceder como María.
Oremos para que nuestro Padre celestial nos de la gracia de interceder como conviene.
4to. Misterio. Cuando Cristo dijo: “como tú me has enviado al mundo yo también los he enviado al mundo”, estaba hablando de llevar el Evangelio y el anuncio de la Palabra a todos los hombres. Esto era lo más importante de su vida. “Tengo que anunciar la Buena Noticia… por eso fui enviado” Marcos 1,38 La Iglesia existe para evangelizar y nosotros, como sus miembros, sabemos que para eso existimos. Muchos sentimos esta misma urgencia: las palabras de Pablo resuenan en nuestro inter5ior: Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria: es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!
Oremos para que nuestro Padre celestial nos de la gracia de interceder como conviene.
5to. Misterio. Sean perseverantes en la oración, velando en ella con acción de gracias. Dar gracias a Dios es una gran parte de la intercesión, es una manera de expresar nuestra confianza en Dios, aún antes de ver la respuesta. Oremos así: “Si, ¡Señor!, yo sé que has escuchado mi oración y que tú estás ya actuando. Sé que tú amas más que yo a esas personas, sé que tú quieres su salvación. Te doy gracias porque sé que has enviado a tus ángeles, a tu Espíritu Santo y estás obrando. Tú cargaste con sus pecados. Tú eres la luz del mundo. Tú eres su luz. Te doy gracias por tu gran amor hacia este amigo mío. Gracias Señor”
Oremos para que nuestro Padre celestial nos de la gracia de interceder como conviene.
Hagamos unos momentos de silencio 5 minutos
Meditemos unos momentos.
La evangelización es obra de todo el Cuerpo de Cristo. No sólo de hombres dotados especialmente para evangelizar, sino también de los que apoyan con la oración y sobre todo, de Dios que da el crecimiento a la semilla sembrada.
Al interceder estamos diciendo: Señor, yo sé que tú quieres que tu Palabra llegue a todo el mundo, que todo el mundo sea salvado. Por eso oramos, para que esto se cumpla en la tierra. ¡Hazlo, Señor!
Canto
En Jesús puse toda mi esperanza
Él se inclino hacia mí y escucho mi clamor…
Recemos la Coronilla de la Misericordia De rodillas o de pie
Ofrezcámosla por todas las necesidades del mundo, especialmente por los que sufren, lloran, que no tienen que comer, donde vivir, nada que vestir…
Padre nuestro…Ave María… Credo…
En las cuentas grandes antes de cada decena.
Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amantísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero.
En las 10 cuentas pequeñas de cada decena.
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Jaculatoria para rezarse al final de cada misterio.
Oh Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, Confiamos en Ti
Doxología final después de las cinco decenas.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero
(3 Veces)
Comienza a interceder, acércate a un compañero y únanse en oración por los más necesitados, los enfermos, agonizantes…
¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!
yo pido que oremos por todos los nesecitado.tristes ,oprimidos encarcelado,secuestrsados y desaparecidos
Yo pido que oremos por la eliminación de adulterio y divorcio, por los cónyuges pródigos (separados o divorciados) regresen al hogar con sus esposas y hijos.