Del libro de Rut 1,1.3-8.14-16.22. Viernes 23 de Agosto de 2013.
“TU PUEBLO. SERÁ MI PUEBLO, Y TU DIOS SERÁ MI DIOS”.
En los tiempos en que gobernaban los Jueces en Israel, hubo una gran hambruna en el país. Debido a eso, un hombre de Belén de Judá se trasladó a los campos de Moab con su mujer y sus dos hijos.
Al poco tiempo falleció Elimelec, y Noemí quedó sola con sus dos hijos.
Ambos tomaron por esposas a mujeres moabitas: una se llamaba Orfa y la otra Rut.
Al cabo de diez años murieron también los dos hombres y Noemí quedó desamparada, sin esposo y sin hijos.
Entonces decidió salir de Moab en compañía de sus nueras,
pues había oído decir que Yavé se había acordado de su pueblo y les había dado qué comer.
Cuando estaban en camino de regreso a Judá, Noemí dijo a sus nueras: “Creo que es mejor que ustedes se vayan a sus casas.
Ellas seguían llorando, hasta que al fin Orfa, dándole un beso, se fue a su casa. Rut, en cambio, se quedó con ella.
Noemí le dijo entonces: “¿Por qué no te vas también tú con tu cuñada, y así regresas a tu casa y a tus dioses?”
Rut le replicó: “No me obligues a dejarte yéndome lejos de ti, pues a donde tú vayas, iré yo; y donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
Así, fue como Noemí, acompañada de Rut, su nuera moabita, regresó de Moab. Y justo cuando llegaron a Belén estaba comenzando la cosecha de la cebada.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México