Etimológicamente significa “usurpador”. Viene de la lengua hebrea.
Fue el hijo de Zebedeo y María (no la virgen), hermano de Juan el discípulo amado y discípulo de Jesús, posteriormente uno de los 12 apóstoles, como su hermano Juan, Santiago era también pescador y qué el lugar donde pescaban era el mar de galilea, donde Jesús llevo una gran actividad en su ministerio evangelizador.
Jesús les dio a los dos discípulos y hermanos por sobrenombre: “hijos del trueno”. Cuando Jesús le llamó para ser uno de sus discípulos especiales, estaban remendando las redes cita la sagrada escritura, ahí en la barca llevaban esa labor, estaban también con otros trabajadores de su padre Zebedeo, dejando al padre, la barca y a los trabajadores de su padre, Santiago se fue en seguida con el Maestro tras su llamado.
Santiago, junto con Pedro y Juan fue quién presenció acontecimientos únicos de la manifestación divina de Jesús, estuvo presente cuando Jesús devolvió la vida a la hija de Jairo y en la transfiguración en el monte Tabor, en el monte de los olivos.
Murió, por defender su fe y amor a Cristo (se cumple, cuando la Madre de él le pedía a Jesús qué los pusiera al lado derecho e izquierdo de su trono) bajo el reinado de Herodes Agripa I, el primero de los apóstoles en derramar su sangre por Cristo Jesús aproximadamente en el año 44 y cómo testimonio para todo aquél qué quisierá profesar la fe crisitana les esperaba la espada, antes de celebrar la pascua sucedió este acontecimiento, hechos que son relatados en los evangelios sinópticos y en hechos de los apóstoles.
Existen grandes historias acerca de Santiago, muchas Iglesias lo nombran como su Santo patrón, como evangelizador fue acompañado por la bendición de la Virgen María en muchos de sus viajes, hay una muy significativa comentada en tierras españolas donde el evangelizaba, nos cuenta que cuando un día se sintió cansado y fatigado por la falta de conversiones, persecuciones y falta de adhesión a la vida de Jesús por muchos a quién anunciaba la buena nueva y estando en Zaragoza, la Virgen María, que todavía vivía, le animó desde un <