Hechos de los apóstoles atestigua la fe y vida de la Iglesia.

Cuando en el estudio de la sagrada escritura, llegamos al bello libro de hechos de los apóstoles, no dejamos de exclamar con admiración: ¡qué hermoso es creer en Jesucristo nuestro Señor!; hechos de los apóstoles garantiza para todo bautizado en la Iglesia católica que nuestra fe y vida es sin duda el resultado de la acción misma de Dios, ahora en su tercera persona (lástima que muchos no creen en la acción trinitaria de Dios).

Hch 1:4 Mientras estaba comiendo con ellos, les ordenó: “No os vayáis de Jerusalén, sino aguardad la Promesa del Padre, que oísteis de mí. ¿De qué promesa habla Jesús?; dijo tantas cosas e hizo tantas cosas que los discípulos tal vez no recordaban específicamente a que se refería en este momento cfr. Jn 21,25. Ellos encuentran respuesta a esta inquietud en el verso: Hch 1:5 Porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de pocos días.” ¿El espíritu santo?, ¡mire!, en que predicamento les hizo entrar Jesús a sus discípulos con esta expresión: “Espíritu santo”, seguramente no dijeron nada, sí en pleno siglo XXI para muchos es inadmisible hablar de la tercera persona de la Trinidad, ¡qué sería para ellos ese momento!: ¿una anima de Dios santa?, ¿será un ángel?, de qué espíritu santo habla Jesús? ó realmente sus mentes volaban a textos bíblicos magníficos de la historia de Israel donde no se necesitaba a un espíritu:

Éxo 17:9-13 Moisés dijo a Josué: “Elige algunos hombres y sal a combatir contra Amalec. Mañana yo me pondré en la cima del monte, con el cayado de Dios en mi mano.” Josué hizo lo que le mandó Moisés, y salió a combatir contra Amalec. Mientras tanto, Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima del monte. Mientras Moisés tenía las manos alzadas, vencía Israel; pero cuando las bajaba, vencía Amalec. Como los brazos de Moisés se cansaran, ellos tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentase; mientras, Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así resistieron sus brazos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su pueblo a filo de espada.

¿Se da cuenta que Israel dependía de Moisés?; La Iglesia católica depende totalmente de Jesús mediante el Espíritu santo.

En Núm 13, 1-33 narra la expedición de los espías en Caná, Josué y Caleb traen buen informe, pero… los otros diez un mal informe y se asusta el pueblo; con Moisés a su lado se asustó el pueblo y Dios se molesto con ellos a quién asiste en todo momento, veamos que es de suma alegría que la Iglesia católica la sostiene el Espíritu santo y no tiene miedo XXI siglos luchando contra todo, luchando por la verdad:

Hch 2:1-7 Al llegar el día de pentecostés, estaban todos reunidos con un mismo objetivo. De repente vino del cielo un ruido como una impetuosa ráfaga de viento, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; se llenaron todos de Espíritu Santo y se pusieron a hablar en diversas lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Residían en Jerusalén hombres piadosos, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo. Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Estupefactos y admirados decían: “¿Es que no son galileos todos estos que están hablando?…

¡Todo inició!, Jesús funda su Iglesia con la acción del Espíritu santo y hace nacer a los cristianos con una fe distinta y vida a la Israelita cfr. Jn 3, 3.5. Ese es el valor que no tenemos que olvidar como católicos: La Iglesia es de Jesús y es guiada por el Espíritu santo, de ahí aunque ha vivido siglos negros el Espíritu santo hace surgir los hombres idóneos para seguir con trabajo evangelizador de la Iglesia.

Cuando usted amigo lector se sienta triste, abrumado por las situaciones de la vida, caído en su fe: “lea el libro de los hechos de los apóstoles”; atestigua la fe y vida de la Iglesia y lo describe a usted y a mí: Hch 2:36-37 “Sepa, pues, con certeza todo Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a ese Jesús a quien vosotros habéis crucificado.” Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles: “¿Qué hemos de hacer, hermanos?”. Amigo lector, ¿su corazón está compungido?: Jesús es el Señor, el dueño de todo, dueño suyo, lo compró y le dio una vida nueva y el Espíritu le prepara la vida, la hace crecer y la santifica, no son teorías, es una realidad, todas las expresiones en el libro de los hechos fue atestiguar la fe y vida de aquellos nuevos hombres en Cristo Jesús, la Iglesia no deja de anunciar la palabra de Dios “la buena nueva”: Hch 13:46 Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía: “Era necesario anunciaros a vosotros en primer lugar la palabra de Dios; pero ya que la rechazáis y vosotros mismos no os consideráis dignos de la vida eterna, mirad que nos volvemos a los gentiles. La Iglesia no le puede negar al fiel y al que no es el anuncio de la palabra de Dios, pues en ella se encuentra la vida y muchos tomaron la vida: Hch 6:7 La palabra de Dios iba creciendo; el número de los discípulos se multiplicaba considerablemente en Jerusalén; también una gran multitud de sacerdotes iba aceptando la fe. Claro que hubo quienes prohíben que la persona, el hombre salga de su estado equivocado, erróneo, sumido en la ignorancia y en las tinieblas: Hch 5:28 y les dijo: “Os prohibimos severamente enseñar en ese nombre; y sin embargo vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y pretendéis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre.”

Amigo lector: ”lea el libro de los hechos” es testigo de la fe y vida de nuestra Iglesia, en él están las raíces y se reconoce a su fundador y a quien la sostiene y quién le sostiene a usted, recuerde que muchos dicen que el mundo se va acabar cuando la Iglesia católica se derrumbe: “iluso”, lo que es de Dios sólo Dios lo decide y sabe: Hch 11:1 Los apóstoles y los hermanos residentes en Judea oyeron que también los gentiles habían aceptado la palabra de Dios. África abrazó la fe aun con pobreza, aun con guerras, con injusticias, con muerte. ¿Su fe está en shock?, ¿cree que Dios no lo asiste?, ¿cree en el Espíritu santo?, ¿lo invoca en todo lo que hace?: Jn 14:18 No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros. ¿Se siente huérfano?, ¿se siente confundido en la verdad?: Jn 14:17 el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros.

Amigos, concluimos: la gran tristeza del hombre, es no conocer a su hacedor, clama por su formador, grita por su creador, la Iglesia es la madre de todo aquel cristiano que ha nacido del Espíritu santo: Hch 11:14 quien te dirá palabras que traerán la salvación para ti y para toda tu casa.” Amigo usted sufre quizá por el dinero, por su esposa, por sus hijos, por sus bienes, le puedo decir que eso no importa, son pasajeros, lo más importante es que el espíritu santo le plenifique: Hch 11:15 “Había empezado yo a hablar cuando cayó sobre ellos el Espíritu Santo, como sucedió al principio sobre nosotros. Llevar a Cristo Jesús en su vida es más importante que todo porque sí usted lo lleva, eso va transformar todo alrededor suyo y el Espíritu santo atestigua su vida nueva. Lea el libro de los hechos, testigo de la fe y vida de la Iglesia y se dará cuenta que hay un plan de vida para usted, sé que toda la escritura es vida, pero más en concreto a través de este libro puedo ver que Jesús enamora, ¡el Espíritu santo es real!: Hch 21:13 Entonces Pablo contestó: “¿Por qué habéis de llorar y destrozarme el corazón? Pues yo me encuentro dispuesto no sólo a ser atado, sino a morir también en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.” Felicidades católico por pertenecer a una Iglesia que es testigo del amor de Dios y que se sostiene por el Espíritu santo.