Del libro del Génesis 46,1-7.28-30. Viernes 12 de Julio de 2013.
“YA PUEDO MORIR TRANQUILO, PUES TE HE VUELTO A VER”.
Israel partió con todo lo que tenía, y al llegar a Bersebá, ofreció allí sacrificios al Dios de su padre Isaac.
Dios habló a Israel durante la noche en una visión y le dijo: “Jacob, Jacob.
Aquí estoy, contestó él. Y Dios prosiguió: “Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en una gran nación.
Yo te acompañaré a Egipto, y también te haré volver aquí. José te cerrará los ojos.
Jacob dejó Bersebá y los hijos de Israel llevaron a su padre junto con sus hijos pequeños y sus mujeres en las carretas que Faraón había mandado para transportarlos.
También tomaron sus rebaños y todo lo que habían adquirido en Canaán, y así entraron en Egipto Jacob y toda su descendencia,
sus hijos y los hijos de sus hijos, sus hijas y los hijos de sus hijas; en una palabra, hizo que entrara con toda su familia en Egipto.
Antes de que entraran en Gosén. Jacob mandó delante a Judá para avisar a José de que estaba para llegar a la tierra de Gosén.
José enganchó su carro y fue al encuentro de su padre a Gosén. Al verlo lo abrazó y lloró largamente sobre su cuello.
Y dijo Israel a José: “Ahora ya puedo morir, porque he visto tu rostro y porque vives todavía.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México