Del libro del Génesis 44,18-21.23-29;45,1-5. Jueves 11 de Julio de 2013.
“DIOS ME MANDÓ A EGIPTO PARA SALVARLES LA VIDA”.
Entonces se adelantó Judá y le dijo: “Permite, señor mío, que pueda tu siervo decirte algunas palabras sin que te enojes contra mí, aunque tú eres como Faraón.
Tú, mi señor, preguntaste a tus siervos la otra vez: “¿Tienen todavía padre o hermano?”
y nosotros contestamos: “Tenemos todavía nuestro padre muy anciano, con un muchachito que le nació en su vejez. Este tenía otro hermano, hijo de la misma madre, pero murió y le queda sólo ese hijo de ella. Por esto su padre lo quiere mucho.
Después nos dijiste: “Que baje aquí con ustedes, y que yo mismo lo vea.
Y tú nos dijiste: “Si su hermano menor no baja con ustedes, no los admitiré en mi presencia.
Subimos entonces a casa de nuestro padre y le dijimos tus palabras.
Y cuando nos pidió: “Vuelvan a comprar algo de comida”,
nosotros respondimos: “No podemos ir, a menos que vaya con nosotros nuestro hermano menor, porque no nos recibirá aquel hombre si nuestro hermano menor no está con nosotros.
Entonces nuestro padre nos dijo: “Ustedes saben que mi esposa me dio dos hijos.
Uno se me fue, al que no he vuelto a ver, y creo que habrá sido despedazado por las fieras.
Si ahora llevan de mi lado también a éste y le sucede alguna desgracia, me moriré de pena en mi ancianidad, y será por culpa de ustedes.
A este punto José no pudo ya contenerse más delante de toda aquella gente que estaba con él, y gritó: “¡Salgan todos de aquí!” No quedaba ninguno cuando José se dio a conocer a sus hermanos,
pero rompió a llorar tan fuerte que lo oyeron los egipcios y los servidores de Faraón.
José dijo a sus hermanos: “Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?” Ellos quedaban tan aterrados de verlo que no podían responderle.
El les dijo: “Acérquense”, y se acercaron. “Yo soy José, su hermano, el que ustedes vendieron a los egipcios.
Pero no se apenen ni les pese por haberme vendido, porque Dios me ha enviado aquí delante de ustedes para salvarles la vida.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México