Hablar con el corazón. Oremos para que todo cristiano testifique con sus obras su amor a Dios.
Hora Santa
Parroquia de San Pío X
Se reza la Estación del Santísimo Sacramento…
Padre, por manos de Jesucristo queremos entregarte nuestra oración para que sea grata a ti, danos la gracia que necesitamos para ser almas orantes con un corazón que ame sin fronteras, y generoso para el perdón. Amén.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 21, 33-43 De pie
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: “Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavo un lagar en él construyo una torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos de los viñadores, pero estos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros u los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: “A mi hijo lo respetara” Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: “Este es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia” Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora, díganme: cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿Qué hará con esos viñadores? Ellos le respondieron: “Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo”.
Entonces Jesús les dijo: “¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos”.
Palabra del Señor.
Releemos en silencio y compartimos la frase que más nos agrade.
Hacemos unos momentos de silencio meditando en la Palabra (5 minutos)
Canto
Amar es entregarse, olvidándose de sí,
//buscando lo que a otro, puede hacer feliz//
Qué lindo es vivir, para amar qué grande es tener para dar,
//Dar alegría y felicidad, darse uno mismo, eso es amar//
Hablar con el corazón.
Orientar personas, despertar vidas. Anselmo Grun.
En esta breve sección, san Benito pide por dos veces al Dirigente que tenga prudencia. El termino latino prudentia deriva de providencia (la acción de proveer y de prever) La persona prudente ve más allá de lo que salta a la vista. Tiene un horizonte amplio. No hace que sus ojos estén fijados en las faltas, sino que las contempla en un contexto más amplio. Mira la realidad desde todos sus aspectos y decide luego con toda serenidad con ponderado sosiego. Se toma tiempo parta escuchar los argumentos de aquel a quien corrige. No emite su veredicto inmediatamente, sino que considera maduramente el asunto sin precipitarse a emitir juicios. El termino alemán klug (prudente) significa “fino”, “tierno”, “delicado”, “culto”, “inteligente”, “valeroso”, “cordial”. La persona prudente tiene un fino sentido y al sentido fino no se le escapa nada. La persona tosca ve únicamente la superficie. El que tiene un fino sentido ve el trasfondo, el clima en el que puede surgir una falta. Y la persona prudente piensa con el corazón. Por eso, la prudencia está asociada siempre con el amor.
El principio de Saint – Exupery sabe que solo con el corazón se puede ver bien. El verbo alemán para expresar la idea de “amar” lieben, deriva de la raíz liob, que significa bueno. Y se halla íntimamente relacionado con creer, que significa ver bien y con alabar que significa hablar bien de alguien o de algo. Para amar a una persona, para tener buen trato con ella. Y debo expresar también lo bueno que veo en ella. Cuando alabo a una persona, suscito en ella lo bueno. Cuando me quedo fijo en lo negativo que descubre en esa persona, entonces soy como el que quiere quitar la herrumbre a fuerza de raspar y raspar y no se da cuenta de que la vasija tiene unas paredes muy delgadas, que se romperán en cualquier instante.
Releemos en silencio y oramos espontáneamente de acuerdo a lo que leímos.
Canto
Si amas como a ti mismo y te entregas a los demás
//Veras que no hay egoísmo que no puedas superar//
Qué lindo es vivir, para amar, que grande es tener para dar,
//Dar alegría y felicidad, darse uno mismo, eso es amar//
Oremos a María Santísima
Madre santísima queremos poner nuestras vidas en tus manos, ayúdanos a construir con nuestras lenguas y no a destruir a los hermanos, familiares y pastores de nuestra santa Iglesia, que amemos, como nos lo muestra el escrito que acabamos de leer, danos un espíritu fino, que logre ver lo que comúnmente no vemos y que no seamos tan superficiales como hasta ahora. Amén.
1er. Misterio. El Evangelio resume la metáfora de Isaías y la desarrolla hablando de otros inmensos beneficios hechos por Dios a su pueblo. Le envió repetidas veces a sus criados o sea a los profetas, pero los viñadores, esto es los jefes de Israel a quienes había sido confiada la viña del Señor los maltrataron, apalearon, lapidaron, mataron.
Pidamos para que amemos profundamente a Jesús y lo manifestemos en nuestras vidas.
2do. Misterio. En fin, como prueba suprema de su amor. Dios envió a su Hijo divino, pero también a él, lo agarraron y empujándolo fuera de la viña, le dieron muerte crucificándolo “fuera de los muros de Jerusalén.
Pidamos para que amemos profundamente a Jesús y lo manifestemos en nuestras vidas.
3er. Misterio. La responsabilidad y la gratitud del pueblo elegido crecieron enormemente con ello. De ahí las conclusiones preñadas de consecuencias, Isaías había hablado de la destrucción de la viña del Señor, símbolo de las derrotas de Israel y de su deportación al destierro; Jesús en cambio, anuncia: el propietario “arrendara la viña a otros labradores” y más claramente aún “se os quitara el Reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos”.
Pidamos para que amemos profundamente a Jesús y lo manifestemos en nuestras vidas.
4to. Misterio. Por culpa de su ingratitud Israel fue sustituido por otros pueblos, la sinagoga por la Iglesia. Pero ¿es el nuevo pueblo de Dios más fiel que el antiguo? También para el nuevo valen las dos parábolas de Isaías y de Jesús. Si la viña de la Iglesia no diere los frutos que Dios espera de ella, sufrirá la misma suerte que Israel. Y esto no se aplica solo a la Iglesia como cuerpo social, sino a cada uno de sus miembros.
Pidamos para que amemos profundamente a Jesús y lo manifestemos en nuestras vidas.
5to. Misterio. Todo bautizado debe ser “viña del Señor” y llevar fruto, ante todo aceptando a Jesús, siguiéndole y viviendo injertados en él, “vid verdadera”, fuera de la cual no hay más que muerte. En el nuevo Testamento en efecto, la “viña del Señor” no es solo el pueblo elegido y amado por Cristo, injertado en el que dijo: “Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador”. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mi como yo en el, ese da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada”.
Pidamos para que amemos profundamente a Jesús y lo manifestemos en nuestras vidas.
Recemos la Coronilla de la Misericordia De rodillas o de pie
Ofrezcámosla para que aprendamos a amar a Dios y demos testimonio de Él.
Padre nuestro…Ave María… Credo…
En las cuentas grandes antes de cada decena.
Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amantísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero.
En las 10 cuentas pequeñas de cada decena.
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Jaculatoria para rezarse al final de cada misterio.
Oh Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, Confiamos en Ti
Doxología final después de las cinco decenas.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero
(3 Veces)
Permanezcamos unos momentos en silencio (5 minutos)
Escuchemos lo que nos dice el Señor:
“…les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos”.
Reparemos el Corazón de Jesús
Que sufre por todos los sacrilegios cometidos a su presencia real en la Eucaristía, pidámosle nos permita acompañarlo este día para reparar sus sufrimientos con nuestros actos de amor.
Repetimos varias veces esta jaculatoria:
Cuerpo y Sangre de Jesús, os quiero os amo y os adoro
Os pido perdón y misericordia
Por todos los sacrilegios cometidos
Oremos todos unidos
Oh Dios eterno, si en el tiempo que el hombre era árbol de muerte lo trocaste
En el árbol de la vida, injertándote, tu, vida en el hombre
-aunque muchos por sus culpas no se injerten en ti, vida eterna-
Puedes ahora de ese modo proveer a la salud de todo el mundo,
Al cual veo hoy que no se injerta en ti…
Oh vida eterna, desconocida por nosotros,
Criaturas ignorantes.
Oh miserable y ciega alma mía,
¿Dónde está el clamor, donde están las lágrimas que deberías derramar en la presencia de tu Dios,
Que continuamente te invita?
Nunca produje yo otra cosa que frutos de muerte,
Porque no me he injertado en Ti
¡Cuanta luz, cuanta dignidad recibe el alma injertada en Ti!
¡Oh desmesurada grandeza!
Y ¿de dónde traes, oh árbol, estos frutos de vida, siendo por ti mismo estéril y muerto?
Del árbol de la vida, pues si tu no estuvieses
Injertado en él, ningún fruto podrías producir por la virtud,
Porque eres nada.
Sta. Catalina de Siena.
Canto
Como el ciervo que a las fuentes de agua fresca va veloz,
Los anhelos de mi alma, van en pos de Ti, Señor.
Señor, ven a nuestra almas, que por Ti suspiran, ven Señor.
Del Señor Dios en los Cielos tiene sed mi corazón
Cuando al fin, podrá este ciervo, ver tu rostro, gran Señor.
¡¡Unidos en la Eucaristía!!!