EJERCICIO DE HUMILLACIÓN.

EJERCICIO DE HUMILLACIÓN.

EJERCICIO DE HUMILLACIÓN

Santa Teresa de Jesús definía la humildad “como andar en la verdad”. Para nosotros como católicos-cristianos vivir en humildad es ante todo aceptar la verdad de nuestras vidas. Aceptar la verdad de mi vida significa aprender a lidiar con mis limitaciones, pobrezas y defectos, reconociendo, descubriendo y amando lo que soy.

Es requisito del discípulo el vivir la humillación. No hay auténtico seguimiento de Cristo sin humillación No somos discípulos que predicamos un seguimiento de rosas, predicamos también las espinas Hch 17, 3 “A este Xto les anuncio al crucificado-resucitado” Lc 9, 23 “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz de cada día y sígame” Jesús como buen maestro nos pone muy en claro lo que tendrá que vivir el discípulo para parecerse más a su maestro Jn 13, 13-14.

No sabemos humillarnos, nadie se quiere humillar, vivimos justificándonos las culpas y las faltas unos a otros y nadie quiere ceder y humillarse, el orgullo nos carcome, la arrogancia y la altivez. La experiencia de humildad-pobreza es para el hombre una experiencia que nos resulta difícil de aceptar y de digerir, odiamos sentirnos pequeños, débiles, necesitados de los demás.

Lo vemos ante una experiencia de fracaso, una humillación, una enfermedad, una equivocación, nuestro pecado ¡Cuánto nos cuesta aceptar que fallamos, que no somos tan perfectos como quisiéramos! ¡Cuántas veces le pedimos a Dios que nos los quite! Si me quitas está enfermedad o este pecado de siempre te seguiría mucho mejor, sería el mejor apóstol, discípulo

• 2 Cor 12, 7-9 Rogué al señor que me lo quitara y él me dijo… mi gracia te basta… Esa tendría que ser nuestra experiencia en cada humillación, en cada fracaso, al vivir cada día la experiencia de la cruz.
¿Quién presume de sus debilidades? ¿Quién las anuncia a los cuatro vientos? Nos cuesta mucho enorgullecernos de nuestras debilidades

• 2 Cor 12, 5. 10 “ De ese hombre diré maravillas; pero, en cuanto a mí, sólo presumiré de mis flaquezas”

Sólo quien tiene experiencia de la fuerza de Dios. Quien se ha dejado en sus manos moldear como barro en manos del alfarero, descubre cómo es la fuerza de nuestro Dios en medio de nuestra pequeñez. Toda la vida de Jesús es humillarse para enaltecerse… la encarnación, lavatorio de pies, la pasión, morir en una cruz, castigo para los malditos, toda la vida de Cristo es disminuir para enaltecer la vida y dignidad del hombre.

“Xto revela al hombre el propio hombre” Un hombre humillado que se transforma en fortaleza de Dios, un hombre que se somete libre y voluntariamente a la humillación, no se trata de vivir humillado por que si, se trata de vivir la humillación por amor, porque se hacia donde quiero llevar a la gente con esa humillación.

En una humillación la experiencia de fe tiene que ser esta Juan 10, 18 “Nadie me quita la vida; yo la doy voluntariamente”

¡Que diferente es una comunidad que vive en humildad, en su verdad! Una comunidad que se sabe caminando, que aún no lo tiene todo conseguido, una comunidad que se tiene que aprender a amar, a perdonar, a reconciliar, en fin que se sabe caminando hacia la perfección en el amor de Xto.

La cuestión es ¿Estamos dispuesto a buscar el amor fraternal luego que tu hermano te ofendiere o después de algún mal entendido? Filemón 1 17-19

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR EN COMUNIDAD
1. ¿Cómo reacciono ante la corrección fraterna?

2. ¿Algo que tengo que perdonar a mi comunidad?

3. ¿Una cosa que me cuesta aceptar de mi comunidad?

Acerca del autor

Temas relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.