De la 2a carta del Apóstol San Pabloa los Corintios 3,15-4,1.3-6. Jueves 13 de Junio de 2013.
“DIOS HA HECHO BRILLAR SU LUZ EN NUESTROS CORAZONES, PARA DAR A CONOCER EL RESPLANDOR DE SU GLORIA”.
Hasta el día de hoy, siempre que se lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus corazones.
Y cuando se convierte al Señor, se arranca el velo.
Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad.
Mas todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más gloriosos: así es como actúa el Señor, que es Espíritu.
Por esto, misericordiosamente investidos de este ministerio, no desfallecemos.
Y si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden,
para los incrédulos, cuyo entendimiento cegó el dios de este mundo para impedir que vean brillar el resplandor del Evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.
No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús.
Pues el mismo Dios que dijo: De las tinieblas brille la luz, ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México