Del libro de los Hechos de los Apóstoles 16,1-15. Lunes 6 de Mayo de 2013.
“EL SEÑOR TOCÓ EL CORAZÓN DE LIDIA, PARA QUE ACEPTARA EL MENSAJE DE PABLO”.
Nos embarcamos en Tróada y fuimos derechos a Samotracia, y al día siguiente a Neápolis;
de allí pasamos a Filipos, que es una de las principales ciudades de la demarcación de Macedonia, y colonia. En esta ciudad nos detuvimos algunos días.
El sábado salimos fuera de la puerta, a la orilla de un río, donde suponíamos que habría un sitio para orar. Nos sentamos y empezamos a hablar a las mujeres que habían concurrido.
Una de ellas, llamada Lidia, vendedora de púrpura, natural de la ciudad de Tiatira, y que adoraba a Dios, nos escuchaba. El Señor le abrió el corazón para que se adhiriese a las palabras de Pablo.
Cuando ella y los de su casa recibieron el bautismo, suplicó: «Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid y quedaos en mi casa.» Y nos obligó a ir.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México