Jesús, el resucitado.  Oremos para nuestro Padre santo nos sumerga en su divino Corazón para poder contemplar su Resurrección.Hora santa

Jesús, el resucitado. Oremos para nuestro Padre santo nos sumerga en su divino Corazón para poder contemplar su Resurrección.Hora santa

 

Jesús, el resucitado.  Oremos para nuestro Padre santo nos sumerga en su divino Corazón para poder contemplar su Resurrección.Hora santa

Parroquia de San Pío X

 Cristo es mi creador

 

Se reza la Estación del Santísimo Sacramento…

 

Padre bendito, hoy te queremos alabar y bendecir por el inmenso gozo de sentirnos tan amados por ti, por celebrar a tu lado tu Resurrección con la que llenas de esperanza nuestros corazones. En esta hora santa Sumérgenos en tu Divino Corazón para que podamos corresponden ante tanto amor.

 

 

De la Carta de San Pablo a los Romanos 6, 8-11

 

Si hemos resucitado con Cristo, creemos que también viviremos con Él, sabiendo que Cristo, una vez  resucitado, ya no muere más y que la muerte no tiene señorío sobre él. Su muerte fue un morir al pecado, de una vez para siempre, pero su vida, es un vivir para Dios. Así también ustedes, considérense como muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.

Palabra del Señor.

Releemos en silencio y compartimos la frase que más nos agrade.

 

 

Canto.

Resucito, resucito, resucito, Aleluya

Aleluya, aleluya, aleluya Resucito.

 

 

L1   “¡Ha Resucitado! ¡No esta aquí!”. Es el grito más jubiloso y triunfal que ha resonado en la Tierra y jamás será oído otro igual.

 

L2   En la resurrección de Jesús desemboca la historia anterior y de ella arranca la nueva creación Jesús  resucitado es el eje, el quicio sobre el que gira el universo entero y en el que se centran todas las cosas.

 

L1   Porque es el Rey inmortal de los siglos, constituido Señor por el padre, y al que Dios ha sometido todas las cosas en el Cielo y en la Tierra, las visibles y las invisibles}, ya que todo fue creado por Él y para Él, y en Él se sostiene todo.

 

L2   Se acabo todo para Jesús el padecer. Los sufrimientos de la Cruz no fueron más que el camino por el que iba a entrar en su gloria, como les dijo el mismo Jesús a los de Emaús.

 

L1 Y acabamos de oír a San Pablo: “Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no mueren más. La muerte no tiene ya ningún dominio sobre Él, porque “Su vivir es para Dios “, es decir, vivirá resucitado mientras Dios exista.

 

L2   San Pablo, sabiendo que nosotros hemos resucitado en Cristo por el Bautismo nos saca la consecuencia más natural y más clara: “Si han resucitado con Cristo, busquen  las cosas de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios.

 

L1   Gusten y saboreen las cosas del cielo, no las de la tierra. Porque están muertos para el mundo y su vida está escondida con Cristo y en Dios “.

 

L2   La Eucaristía es para nosotros la vivencia más esplendida y más gozosa de la Resurrección de Jesús ¡aquí esta Él, Él mismo! Con todo el esplendor de su gloria, pero oculta bajo los velos sacramentales.

 

L1   La Eucaristía es la comunión de la vida de Cristo, “que resucito para nuestra justificación”, que nos regala como primicia de su Resurrección.

 

L2   La Eucaristía es también la prenda mayor de nuestra resurrección propia, puesto que el Señor cumplirá inexorablemente su Palabra: “El que come mi Carne y bebe de mi Sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día”.

 

L1   Porque, tal como San Ambrosio dice retadoramente a los sepulcros voraces, “¿Cómo va a morir aquel que cuyo alimento es la vida?”

 

L1 y L2   ¡La enhorabuena Señor Jesús! Tú has triunfado plenamente de todos tus enemigos. Resucitado, brillas más que el sol en el Reino del Padre y difundes tu Espíritu en la tierra para renovar todas las cosas y hacer de nosotros una nueva creación. ¡Señor! Me alegro intensamente de tu gozo y quiero vivir la vida nueva que Tú nos das. Quiero que mi vida sea testimonio de tu Resurrección Rey Celestial, dame parte en tu gloria. Amén.

 

 

Contemplación afectiva                                               Alternando

 

Porque has salido triunfador del Sepulcro.

              Gloria a ti, Señor Jesús.                                 Salmodiado.

Porque has sido coronado de gloria por el Padre.

              Gloria a ti, Señor Jesús.                                 Salmodiado.

Porque abres a todos los muertos las puertas del Cielo.

              Gloria a ti, Señor Jesús.                                 Salmodiado.

Porque nos mereces y nos mandas el don del Espíritu

              Gloria a ti, Señor Jesús.                                 Salmodiado.

Porque ves derrotados a todos tus enemigos.

              Gloria a ti, Señor Jesús.                                 Salmodiado.

Porque nos das la paz, la Paz de tu Reino.

             Gloria a ti, Señor Jesús.                                 Salmodiado.

 Porque la muerte ya no dominará jamás.

              Gloria a ti, Señor Jesús.                                 Salmodiado.

Porque eres el Rey inmortal de los siglos.

              Gloria a ti, Señor Jesús.                                 Salmodiado.

Porque eres nuestra vida y nuestra resurrección.

              Gloria a ti, Señor Jesús.                                 Salmodiado.

Porque escondes nuestra vida en Dios.

              Gloria a ti, Señor Jesús.                                 Salmodiado.

Porque nos haces gustar ya las delicias del cielo.

              Gloria a ti, Señor Jesús.                                 Salmodiado.

 

 

L1 y L2 Señor Jesús ¡Aleluya, Honor y gloria a ti por los siglos! Los tronos de los reyes se derrumban, pero tu trono permanece para siempre. Nosotros nos gozamos en tu gloria, y te pido con tu apóstol Pablo que habiendo resucitado contigo, contigo lleve una vida escondida en Dios. Madre María, ¡Alégrate! Porque ese Hijo de tus entrañas, resucitado, reina para siempre inmortal. Tus dolores de antes, que fueron atrocisimos, se han convertido en alegrías indecibles. Haz que mis penas de ahora sean camino que me lleve a una resurrección feliz.

 

 

Canto.

Un día de un jardinero se vistió el Señor, podaba los setos, las flores

Las praderas de Dios. Y hoy ¿Dónde estás? ¿Dónde estás Señor?

En el jardinero también hoy, también hoy.

 

 

En mi vida        Autoexamen

 

La Resurrección de Cristo es mi resurrección propia.   Yo morí en el Bautismo al pecado para vivir la gracia de Dios. Y muriendo ahora al pecado es como vivo la resurrección de Cristo en mí y me aseguro también la resurrección gloriosa después de la muerte. ¡Vivo esta mística cristiana! ¡Lucho contras todos los enemigos que pretenden someterme de nuevo a una esclavitud ignominiosa! ¡Colaboro también en la resurrección del mundo, trabajando según mis fuerzas, pocas o muchas, para que triunfen la justicia, la paz y el gozo del Señor resucitado en todos mis hermanos que sufren!

 

 

Preces

Cristo Resucitado vive para siempre. Un mundo nuevo ha comenzado con Él. Por eso le decimos a Dios:

Queremos vivir la vida nueva, que es vida eterna.

                                                              

Por los cristianos que viven tristes y sin ilusión, rogamos: que todos descubran que el mensaje de Cristo es una proposición de vida, de amor, de alegría y de esperanza.

Queremos vivir la vida nueva, que es vida eterna.

 

Por los pueblos en desarrollo, a fin que dejen atrás la esclavitud injusta de un vivir pobre, y logren una vida digna de la resurrección de Cristo que renovó todas las cosas.

Queremos vivir la vida nueva, que es vida eterna.

 

Por todos nuestros queridos difuntos que todos ellos, Señor terminada pronto su purificación, gocen de los esplendores de tu Resurrección gloriosa.

Queremos vivir la vida nueva, que es vida eterna.

 

 

 

Cantemos todos el Padre Nuestro…

 

 

 

L1 y L2   Señor Sacramentado, tu el Resucitado, el Jesús del cielo, estas aquí ahora, con nosotros, como prenda segura de nuestra propia resurrección. ¡Que te amemos! ¡Que vivamos contigo y por ti!  ¡Que seas la ilusión de nuestra toda nuestra vida! ¡Que seas tú, solo tú, el gran amor de nuestros corazones!  Así sea.

 

 

Testimonio

 

  • A principios de la revolución comunista. El marxismo leninista, organiza un mitin imponente. Se suceden los oradores en la tribuna, y los organizadores se figuran que tienen ganada la causa entre los oyentes silenciosos. Un hombre viejo pero lleno de vigor se adelanta decidido. Sube al estrado y lanza con fuerza el saludo que el pueblo cristiano ruso se dirige en la Pascua de Resurrección: “Cristo vive” “Cristo vive”. Aquella masa de gene enardecida, corea la consigna valiente: “¡Cristo Vive!” “¡Cristo Vive!”… 70 años largos de catacumbas no lograron matar a Jesús que se escondía en los Sagrarios de Rusia… Abiertos hoy de nuevo para manifestar a todos que el Resucitado aún sigue vivo.

 

  • El Rey Alfonso XII visitaba Andalucía y alaba con entusiasmo el vino tan exquisito ofrecido por un buen aldeano, que replica al ilustre visitante, aún tengo otro vino mejor. ¿y para cuando lo guardas? ¿esperas otra ocasión más propicia que esta de tu Rey? Si majestad, ese vino se guarda para Dios. Ese vino lo doy solo para la misa, para que se convierta en la Sangre del Señor, el Rey de cielo y de la tierra…

 

 

 

 

Canto

  • Un día de un caminante, se vistió el Señor, porque los que Él amaba se le iban sin amor. Y hoy ¿Dónde estás? ¿Dónde estás Señor? En el caminante que a nuestro paso se unió.

 

  • Ahí estas, ahí estas, ya te vi Señor, en el jardinero, también hoy, también hoy. Ahí estas. Ahí estas, ya te vi Señor, en el caminante que a nuestro paso se unió.

 

¡¡Unidos en la Eucaristía!!!

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