La Biblia y el Celular…
Me pregunto ¿Qué pasaría si tratásemos a nuestra Biblia como tratamos a nuestro teléfono celular?
¿Si la lleváramos a todos lados en nuestra cartera o bolsillo?
¿Si nos regresáramos si se nos hubiera olvidado?
¿Si la revisáramos varias veces al día?
¿Si la usáramos para recibir mensajes de texto?
¿ Si la tratáramos como si no pudiésemos vivir sin ella?
¿Si la diéramos a los muchachos como un regalo?
¿Si la usáramos mientras viajamos?
¿Si la usáramos en caso de emergencia?
Esto es alfo para animarnos a preguntar…hmmmm…
¿Dónde está mi Biblia?
Oh, y una cosa más:
A diferencia de nuestro teléfono celular, no tenemos que preocuparnos de que nuestra Biblia sea desconectada…
¡Porque Jesús ya pago la cuenta!
La Biblia está eternamente cargada.
No necesitas ser recargada.