2a lect. de la 1a carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 12,12-30. Domingo 27 de Enero de 2013.
“USTEDES SON EL CUERPO DE CRISTO Y CADA UNO ES UN MIEMBRO DE ÉL”.
Las partes del cuerpo son muchas, pero el cuerpo es uno; por muchas que sean las partes, todas forman un solo cuerpo. Así también Cristo.
Hemos sido bautizados en el único Espíritu para que formáramos un solo cuerpo, ya fuéramos judíos o griegos, esclavos o libres. Y todos hemos bebido del único Espíritu.
Un solo miembro no basta para formar un cuerpo, sino que hacen falta muchos.
Supongan que diga el pie: “No soy mano, y por lo tanto yo no soy del cuerpo. No por eso deja de ser parte del cuerpo.
O también que la oreja diga: “Ya que no soy ojo, no soy del cuerpo. Tampoco por eso deja de ser parte del cuerpo.
Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿cómo podríamos oír? Y si todo el cuerpo fuera oído, ¿cómo podríamos oler?
Dios ha dispuesto los diversos miembros colocando cada uno en el cuerpo como ha querido.
Si todos fueran el mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Pero hay muchos miembros, y un solo cuerpo.
El ojo no puede decir a la mano: “No te necesito”. Ni tampoco la cabeza decir a los pies: “No los necesito”.
Aun más, las partes del cuerpo que parecen ser más débiles son las más necesarias,
y a las que son menos honorables las tratamos con mayor respeto; cubrimos con más cuidado las que son menos presentables,
mientras que otras, más nobles, no lo necesitan.
Dios, al organizar el cuerpo, tuvo más atenciones por lo que era último,
para que no se dividiera el cuerpo; todas sus partes han de tener la misma preocupación unas por otras.
Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro recibe honores, todos se alegran con él.
Ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno en su lugar es parte de él.
En primer lugar están los que Dios hizo apóstoles en la Iglesia; en segundo lugar los profetas; en tercer lugar los maestros; después vienen los milagros, luego el don de curaciones, la asistencia material, la administración en la Iglesia y los diversos dones de lenguas.
¿Acaso son todos apóstoles?, ¿son todos profetas?, ¿son todos maestros?, ¿pueden todos hacer milagros,
curar enfermos, hablar lenguas o explicar lo que se dijo en lenguas?
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México