Del libro del Apocalipsis del Apóstol San Juan 22,1-7. Sábado 1 de Diciembre de 2012.
“AHÍ NO HABRÁ YA NOCHE, PORQUE EL SEÑOR LOS ILUMINARÁ CON SU LUZ”.
Después el ángel me mostró el río de agua de la vida, transparente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero.
En medio de la ciudad, a uno y otro lado del río, hay árboles de la vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes, y sus hojas sirven de medicina para las naciones.
No habrá ya maldición alguna; el trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad, y sus servidores le rendirán culto.
Verán su rostro y llevarán su nombre en la frente. Ya no habrá noche.
No necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque Dios mismo será su luz, y reinarán por los siglos para siempre.
Después me dijo el ángel: “Estas palabras son ciertas y verdaderas. El Señor, que es Dios de los profetas y sus espíritus, ha enviado a su ángel para que muestre a sus servidores lo que ha de suceder pronto.
Y voy a llegar pronto.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México