Fue Concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, Nacido de Santa María Virgen.
Jesucristo en cuanto a Dios ha existido siempre; en cuanto hombre empezó a existir desde el momento de la Encarnación.
La palabra Encarnación significa que el Hijo de Dios se hizo hombre.
El Hijo de Dios se hizo hombre en el seno purísimo de María, por obra del Espíritu Santo, un cuerpo como el nuestro y un alma como la nuestra.
La madre de nuestro Señor Jesucristo fue María, la que permaneció virgen perpetuamente, ella es la única entre todas las mujeres que a la vez es madre y virgen.
El Hijo de Dios fue concebido y nació no como los demás hombres, sino obrando Dios sobrenatural y milagrosamente.
Jesús en cuanto Dios tiene solamente padre. En cuanto a hombre tiene solamente madre. San José no fue el padre de Jesús, pero era tenido como tal por ser esposo de María.
El Hijo de Dios se hizo hombre para redimirnos y darnos ejemplo de vida.
Redimirnos quiere decir librarnos del pecado y de la muerte eterna, y merecernos la gloria.
Jesús nos redimió muriendo en la Cruz.
Nos enseñó el camino del Cielo con palabras y con obras. Jesús pasó los tres últimos años de su vida predicando el Santo Evangelio. Manifestó claramente que era el Hijo de Dios; y lo probó, haciendo grandes milagros. Daba la vista a los ciegos, oído a los sordos, la palabra a los mudos, curaba toda clase de enfermedades y hasta resucitaba a los muertos.
El más grande de todos los milagros fue Resucitarse a Si mismo.
Jesús eligió a doce hombres, casi todos pescadores ignorante, para que lo acompañaran como sus discípulos, fueron sus más queridos e íntimos confidentes, en el tiempo que duró su predicación; que fueron sus doce Apóstoles.
Padre de Amor y de Ternura te damos gracias por la enorme misericordia que tuviste al dar a tu único Hijo para la salvación de la humanidad, gracias por todo el bien que haces al hombre, por no cansarte nunca de esperar una respuesta de cambio de y de amor, hacia ti y a los demás. Gracias por amarnos tanto.