De la carta del Apóstol San Pablo a Tito 3,1-7. Miércoles 14 de Noviembre de 2012.
“ANDÁBAMOS PERDIDOS, PERO CRISTO NOS SALVÓ POR SU MISERICORDIA”.
Recuerda a los creyentes que se sometan a los jefes y a las autoridades, que sepan obedecer y estén listos para todo lo que sirve.
Que no insulten a nadie, que sean pacíficos y comprensivos y traten a todos con toda cortesía.
Pues también nosotros fuimos de esos que no piensan y viven sin disciplina: andábamos descarriados, esclavos de nuestros deseos, buscando siempre el placer. Vivíamos en la malicia y la envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros.
Pero se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres;”
no se fijó en lo bueno que hubiéramos hecho, sino que tuvo misericordia de nosotros y nos salvó.
En el bautismo volvimos a nacer y fuimos renovados por el Espíritu Santo
que Dios derramó sobre nosotros por Cristo Jesús, nuestro Salvador.
Habiendo sido reformados por gracia, esperamos ahora nuestra herencia, la vida eterna.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México