De la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 1,18-26. Sábado 3 de Noviembre de 2012.
“PARA MÍ, LA VIDA ES CRISTO; Y LA MUERTE, UNA GANANCIA”.
Pero, al fin, ¿qué importa? Sea con sinceridad o por hipocresía, de todas formas se anuncia a Cristo y eso me alegra.
Yo tengo de qué alegrarme,
pues sé que todo esto se convertirá en bien para mí gracias a sus oraciones y a la asistencia que me presta el Espíritu de Cristo Jesús.
Tengo esperanza y estoy seguro de que no seré defraudado. Al contrario, no me cabe duda de que esta vez, como las anteriores, Cristo aparecerá más grande a través de mí, sea que viva o que muera.
Cristo es mi vida, y de la misma muerte saco provecho.
Pero veo que, mientras estoy en este cuerpo, mi trabajo da frutos, de modo que ya no sé qué escoger.
Estoy apretado por los dos lados: por una parte siento gran deseo de largarme y estar con Cristo, lo que sería sin duda mucho mejor.
Pero, pensando en ustedes, conviene que yo permanezca en esta vida.
Esto me convence; veo que me quedaré y permaneceré con todos ustedes; su fe progresará con esto y será más alegre.
A causa de mí y con mi presencia ustedes se sentirán todavía más contentos de Cristo Jesús.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México
San Pablo me hablo 5-5, a través de mi hermana carnal de 82 años pero en la face de conteo regresivo, lo que me hace tener fortaleza ante mis propios sufrimientos.Gracias Cristo Jesús por tu “AMOR”