Un año de la fe 2012 que necesita nuestra Iglesia.
El Papa Benedicto XVI en el mes de octubre ha anunciado el año de la fe para nuestra Iglesia y que de manera acertada es necesaria esta renovación de la fe del católico; con palabras textuales que pertenecen a una parte del numeral 6, alienta a esa renovación que el mismo documento de Aparecida Brasil del año 2007 hace para los pueblos latinos y que actualmente la Iglesia lo tiene como eslogan; “Iglesia renovada”, a continuación se cita parte del numeral 6: “En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31)”.
Pero… ¿por qué es necesario este anuncio del año de la fe?, el Papa hace una invitación a una auténtica conversión, ¿qué acaso no somos católicos que creemos en Cristo?, vivimos en un mundo que ha sumido a los hombres en la relatividad, ha despersonalizado al hombre y lo ha metido en la mecánica de sus estructuras, se ha apoderado de las mentes de los hombres dándoles sus propios principios que inspiran al mundo; para los católicos no ha sido la excepción, nos muestra un mundo católico pragmático: “sólo con que creas en Jesús basta”, “no necesitas la confesión, Dios te ama”, “los sacerdotes comenten muchos ilícitos”, “ve a misa cuando te nazca”, “la fe basta”, ¿para qué sacramentos?, La Iglesia a cometido muchos errores, tan sólo ve la inquisición, las indulgencias donde se explotó a tanto fiel, etc. etc.
El católico no se da cuenta que necesita renovar su fe en el Cristo verdadero, Job lo afirmó: “sólo te conocía de oídas” cfr. Job 42, 5, la tradición católica trasmitió a un Jesús que al paso del tiempo las nuevas generaciones empezaron a olvidar y sólo se conoce lo que la tradición cuenta ya muy apagado; muchos de los católicos han olvidado la importancia de los sacramentos, la función de la Iglesia, la doctrina y la formación, al sólo pensar en un Jesús muy distinto de la realidad empieza a regirse su fe erróneamente, creyendo que con decir que cree en Jesús es suficiente o que esta bautizado, tan efímero es esto que cualquier ventarrón para muchos católicos los confunde y los perturba a tal grado de apostar de su débil fe, ¿cómo ser un buen católico si no se conoce al Jesús verdadero?, ¿cómo saber si hago su voluntad y no la mía?, el apóstol Pablo lo cita contundente: “lleguéis a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto”, cfr. Rom 12, 2.
El amor de Dios tiene que volver a ser anunciado, por esa razón la evangelización empieza con el anuncio de la buena nueva, posteriormente continuar su formación, su doctrina, la adhesión a una pequeña comunidad, su formación bíblica y todo esto obvio que da como resultado a un buen cristiano que a imitación del salvador pone todo en práctica lo que se le ha enseñado como discípulo; a eso se le llama coherencia de vida y fe, un equilibrio entre la fe y la vida que vive auténticamente, he allí la razón porque es necesario que este año 2012 se una verdadera entrega a recuperar y a llevar a que otros renueven su fe y los que ya la han encontrado que crezca; el Papa Benedicto XVI a pisado callos de muchos que no les gusta su modo ortodoxo, pero que Dios lo asiste con plenitud en sus intervenciones y retos que a sorteado; hoy el católico debe de ser icono de un verdadero amor a Cristo, de que se siente salvado, redimido, que es capaz de luchar contra el pecado y el sistema del mundo, cierto es que muchos católicos ya se están formando bíblicamente, han recibido la buena nueva, empiezan a recibir doctrina, servicio y se ve movimiento amplio en la Iglesia, el surgimiento de ministerios de evangelización, catequesis, canto, pastoral de la salud, vocaciones, familia, FMC, pastoral social etc.
Es necesario aceptar que nuestra Iglesia si necesita el impulso de la fe en Cristo, sí la fe es la respuesta a la escucha de la palabra de Dios cfr. Is 55, 11, necesitamos escuchar esa buena nueva a la que Marcos se refiere en su evangelio Mc 1, 1; pues como cristianos pongamos toda la esperanza en nuestro salvador y quien da plenitud a todo y anunciémoslo como también lo aseveró el apóstol Pablo: “Pero, ¿cómo lo van a invocar, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si nadie les anuncia el mensaje? Rom 10, 14, bienvenido el año de la fe.