Salmo 41 y 42 (42 y 43). Lunes 30 de Abril de 2012.
“ESTOY SEDIENTO DEL DIOS QUE DÁ LA VIDA”.
Como anhela la cierva estar junto al arroyo,
así mi alma desea, Señor, estar contigo.
Sediento estoy de Dios, del Dios de vida;
¿cuándo iré a contemplar el rostro del Señor?”
Envíame tu luz y tu verdad:
que ellas sean mi guía
y a tu santa montaña me conduzcan,
al lugar donde habitas.
Al altar de Dios me acercaré,
al Dios de mi alegría;
jubiloso con arpa cantaré
al Señor, mi Dios.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México