“LA DIESTRA DEL SEÑOR, HA HECHO MARAVILLAS”.
Den gracias al Señor, pues él es bueno,
pues su bondad perdura para siempre.
El Señor es mi fuerza, el motivo de mi canto,
ha sido para mí la salvación.
Clamores de alegría y de triunfo
resuenan en las tiendas de los justos:
“¡La diestra del Señor hizo proezas,
la diestra del Señor lo ha enaltecido,
la diestra del Señor hizo proezas!”
No, no moriré sino que viviré
y contaré las obras del Señor.
El Señor me corrigió mucho,
pero no me entregó a la muerte.
¡Abranme las puertas de justicia
para entrar a dar gracias al Señor!
Esta es la puerta que lleva al Señor,
por ella entran los justos.
¡Te agradezco que me hayas escuchado,
tú has sido para mí la salvación!
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.