1a lect. del libro de los Hechos de los Apóstoles 4,1-12. Viernes de Pascua 13 de Abril de 2012.
“NINGÚN OTRO PUEDE SALVARNOS”.
Pedro y Juan estaban aún hablando al pueblo, cuando se presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos;”
toda esa gente se sentía muy molesta porque enseñaban al pueblo y afirmaban la resurrección de los muertos a propósito de Jesús.
Los apresaron y los pusieron bajo custodia hasta el día siguiente, pues ya estaba anocheciendo.
Pero muchos de los que habían oído la Palabra creyeron, y su número llegó a unos cinco mil hombres.
Al día siguiente, los jefes de los saduceos se reunieron con los ancianos y los maestros de la Ley de Jerusalén.
Allí estaban el sumo sacerdote Anás, Caifás, Jonatán, Alejandro y todos los que pertenecían a la alta clase sacerdotal.
Mandaron traer a Pedro y Juan ante ellos y empezaron a interrogarles: “¿Con qué poder han hecho ustedes eso? ¿A qué ser celestial han invocado?”
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: “Jefes del pueblo y Ancianos:”
Hoy debemos responder por el bien que hemos hecho a un enfermo. ¿A quién se debe esa sanación?
Sépanlo todos ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre que está aquí sano delante de ustedes ha sido sanado por el Nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien ustedes crucificaron, pero a quien Dios ha resucitado de entre los muertos.
El es la piedra que ustedes los constructores despreciaron y que se ha convertido en piedra angular.
No hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres ningún otro Nombre por el que debamos ser salvados.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México