Salmo 136 (137). Domingo 18 de Marzo de 2012.
“TU RECUERDO, SEÑOR, ES MI ALEGRÍA”.
Al borde de los canales de Babilonia
nos sentábamos y llorábamos
al acordarnos de Sión;
en los sauces que por allí se encuentran
habíamos colgado nuestras arpas.
Allí los que nos habían deportado
nos pedían palabras de una canción,
y nuestros raptores un canto de alegría:
“¡Cántennos un canto de Sión!”
¿Cómo íbamos a cantar un canto del Señor
en un suelo extranjero?
¡Si me olvido de ti, Jerusalén,
que mi derecha se olvide de mí!
Que mi lengua se me pegue al paladar
si de ti no me acuerdo,
si no considero a Jerusalén
como mi máxima alegría.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México