Salmo 50 (51) Viernes 24 de Febrero de 2012.
“A UN CORAZÓN CONTRITO, SEÑOR, NO LO DESPRECIAS”.
Ten piedad de mí, oh Dios, en tu bondad,
por tu gran corazón, borra mi falta.
Que mi alma quede limpia de malicia,
purifícame de mi pecado.
Pues mi falta yo bien la conozco
y mi pecado está siempre ante mí;”
contra ti, contra ti sólo pequé,
lo que es malo a tus ojos yo lo hice.
Un sacrificio no te gustaría,
ni querrás si te ofrezco, un holocausto.
Mi espíritu quebrantado a Dios ofreceré,
pues no desdeñas a un corazón contrito.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México