Buen tiempo para México, porque Dios ha enviado a su mensajero Benedicto XVI con su mensaje de paz y la buena nueva.
Hoy México tiene una misión muy importante como país anfitrión que va a recibir al enviado de Dios que es Benedicto XVI; Guanajuato y principalmente tres ciudades (León, Guanajuato y Silao) trabajan intensamente para estar lo mejor posible para recibir como se merece al representante de la Iglesia católica; un punto interesante es que Benedicto XVI es un líder de suma importancia y que diplomáticamente el gobierno mexicano y el gobierno estatal tienen la obligación de cumplir los protocolos diplomáticos como cualquier país; después de la invitación que el mismo episcopado de México le hizo a su pastor de que nos visite y después de informar al gobierno dicha visita, el gobierno se prepara para recibir en el aeropuerto internacional de Silao al Papa Benedicto XVI, aquí en el estado de Guanajuato el gobierno estatal hace lo mismo, tomemos en cuenta que no es un simple mandatario o un cónsul etc. “es el enviado de Dios”, crea o no crea en Cristo Jesús o en Dios cada comitiva del gobierno, tiene que recibirlo y Dios se ha apiadado de México y hace correr buenas noticias para México.
Estamos a la vez en tiempos electorales y la mentira es la que reina en México al igual la violencia, cada candidato ofrece algo que no va a cumplir, quieren ser leales y tal vez en un momento determinado al pronunciar un discurso se convenzan de que se puede lograr lo que se ofrece, pero estará tan lejos de la realidad cuando alguno de los tres gane, porque los otros dos tratarán de jalar tan fuertemente los hilos del país con tal de no dejarlo gobernar (senadores y diputados); ese presidente y gobernadores llegarán con su gente de confianza y quitarán a otros el trabajo porque prometieron puestos a aquellos que lo apoyaron, trabajando con su gente de confianza y que detrás de ese presidente hay un grupo cupular que se frota las manos ávidos de poder; la izquierda sueña con el poder desde hace muchos años, es mentiroso y radical, extremoso y nadie tienen la verdad excepto ellos, la derecha quiere conservar sus lineamientos, pero esos lineamientos no son los del pueblo, así como creer que va gobernando bien y los revolucionarios son los mismos de toda la vida, gente que se ha mantenido de la política y que el pueblo tienen que cargar, quieren otra vez el poder y la riqueza que durante décadas tuvo y tiene, en los sindicatos todos obligan a sus afiliados a votar por los revolucionarios; es ahí donde viene la gracia de Dios, que compasivamente ve a un país en crisis, una oveja pérdida y que dejando las 99 en el redil ahora sale en busca de México, porque si le cargamos la tremenda violencia que el narcotráfico como mancha voraz contamina todo y grupos sectarios que no quieren trabajar honradamente, los mexicanos no sabemos a dónde hacernos en todos sus sentidos e incluso hasta la pérdida del Dios verdadero y entonces decide enviar al papa Benedicto XVI a anunciar el evangelio y la paz a México.
Algunos hombres han hecho correr la noticia que está visita tiene como objetivo ayudar al partido que hoy nos representa en la presidencia a recuperar lo que tiene perdido, (una mentira más), Isaías exclamo: “hay de mí que soy un hombre de labios impuros que habita en un país de labios impuros”; estos visionarios que ven tinte político con la visita de su santidad Benedicto XVI, es porque en su corazón hay eso, sólo se puede pensar así con un corazón desviado, capaz de tentar a Dios en su representante; no hay duda absoluta de que Dios sí se compadeció de México y lo primero que busca con la visita es anunciar la buena nueva que nos haga volver a Dios, recuperar a Dios, porque todos han tratado de quitarlo de nuestra vida y de nuestra cultura, de nuestra mente y del corazón; esa buena noticia nos hará recobrar pensar en la salvación, nos hará recobrar virtudes perdidas, como la esperanza, la fe, el amor y más; algunos tienen un miedo espantoso porque a que la Iglesia recobre el poder, “huy, recuerda lo malo que fue la inquisición, la riqueza que tenía, como asustaban a la gente”, ¿justificación de la fobia o intereses?; hubo unas frases de uno de los candidatos a la presidencia: yo gano $40,000 mensuales porque la gente me los quiere dar, gracias al pueblo sigo en la lucha, ¿el pueblo?, $40,000 pesos apenas lo ganará un trabajador al año, nunca en su vida podrá vestir un traje como ese que viste aquel candidato, lo que sí puede tener es a Dios, aun ganando $900.00 pesos semanales, tendrá la oportunidad de pensar en su salvación, sin tener que usar un casimir o prenda especial podrá ser feliz; puede ser feliz y pleno sin necesidad de esclavitud, ¡esa es la buena noticia con el mensajero de Dios!; cuánta razón tuvo nuestro Señor Jesús que proclamó las bienaventuranzas: Dichoso México que sufre porque Dios lo consolará” y muestra de ello es la visita del Papa Benedicto XVI que como dice él: “es un tiempo precioso para evangelizar con una fe recia, una esperanza viva y una caridad ardiente”
Cuando Dios reina en el corazón del hombre inmediatamente en él germina la paz y la paz es consecuencia del amor que se derrama; ¡qué dicha! Ver el resultado de que en México sopla el aíre del espíritu santo que busca infundir nueva vida en los mexicanos; Dios hace sentir su amor con su mensajero que al pisar suelo mexicano y cubano, Latinoamérica se cimbre de amor; México tiene derecho a vivir dignamente y Dios lo sabe y aunque parece que nos deja que decidamos, pone las condiciones optimas para que se dé la gracia y está empieza con la visita del Papa.
Hoy estamos seguros y además lo anhelamos que el Papa motive a la misma Iglesia mexicana para continuar su integración y evangelización, así como su crecimiento y formación en Cristo; es tiempo oportuno lo asevera el Papa y no es un pronunciamiento de palabras simples, de ninguna manera, sí cada mexicano pusiéramos en práctica un poquito de lo que nos pide nuestro Señor Jesús en su imitación: “México sería otro”; desgraciadamente cuando el hombre pide ser gobernado por el mismo hombre, dejamos abierta la posibilidad de que aquel hombre no tenga ni pizca de Dios en su corazón y gobierne según su parecer, es por eso que sopla nuevo viento en México, tal vez el futuro presidente integre a su gabinete a Dios a trabajar y sería fantástico, no como un simple consejero, si no como un activista en el trabajo del presidente; ¡vaya que hace buen tiempo para México y se vislumbra paz para México, oremos juntos entonces para que el mensajero de Dios llegue con la buena noticia y el mensaje de paz para México y Latinoamérica.
DIOS BENGIGA A TODOS MEXICANOS POR TENER LA DICHA DE RECIBIR AL MENSAJERO Y REPRESENTANTE DE CRISTO EN LA TIERRA. OREMOS