Obispo, patrono de los periodistas
Francisco, tiene varios orígenes del Latin es “que viene de Francia”, y “hombre libre”, del Germanico y del Español.
Nace en el Castillo de Sales, Saboya un 21 de agosto de 1567, fue un santo y obispo de Ginebra. Tiene el titulo de Doctor de la Iglesia, es patrono de la Familia Salesiana (fundada por San Juan Bosco).
Se dice que escribía de día hojas clandestinas y la metía por debajo de las puertas, de noche. Por esa razón, se ganó el premio “patrono de los periodistas”.
Escribía como un ángel. De forma, que los franceses lo tienen entre sus clásicos de literatura.
De familia noble sus padres fueron Francisco de Sales de Boisy y Francisca de Sionnaz. A los trece años viajo a Paris a estudiar con los Jesuitas, después a la Universidad de Paris, y posteriormente a la de Padua, estudiando Derecho y Teologia. Su deseo de ser sacerdote estaba decidida, pero su padre no lo sabia, solo su madre y amigos intimos.
Es muy impotante tener en cuenta las cualidades de la mama de Francisco, porque este, por el valle nublado, frio y oscuro donde estaba su casa, podría haber adquirido una personalidad retraida y mas bien inclinado hacia la tristeza y el pesimismo. Y en cambio por la maravillosa formación que Doña Francisca le va proporcionando y por la educación que le hace dar su padre, obtiene las bases para llegar a ser mas tarde con la gracia de Dios y por sus grandes esfuerzos, un portento de amabilidad y del mas exquisito trato social.
Su madre le enseñaba el catecismo y le narraba bellos ejemplos religiosos. Y cuando el pequeño Francisco se encontraba con otros niños por el camino o en el prado, les repetía las enseñanzas y narraciones que había escuchado de labios de su mama. Se estaba entrenando para lo que seria su mas preciado trabajo: enseñar catecismo, pero enseñarlo bellamente a base de amenos ejemplos.
Después de su ordenación, con la ayuda del canónigo de Sales, Luis de Sales , y del obispo de de Ginebra, Claudio de Granier, hablaron con el Papa quien lo nombro Dean del Capitulo de Ginebra, el nombramiento tomo por sorpresa al padre quien acepta la decisión de San Francisco de ejercer el sacerdosio. El por su parte a partir de ahí se dedica con bastante trabajo y dedicación a los pobres. Toma por ejemplos de vida a San Francisco de Asis y a San.Felipe Neri, por lo que desarrolla una personalidad paciente, alegre y optimista, esto sucede en 1593.
Al siguiente año fue hacia la zona de Chablais bajo el dominio de los calvinistas. En un inicio fue rechazado por sus pobladores y tuvo que pasar algunas temporadas viviendo a la intemperie, y de manera rudimentaria, evitando dos intentos de asesinato, pero su empeño y trabajo empezó a dar su fruto, esto sumado a su carácter, y una propaganda hecha a mano y distribuida casa por casa profunda en su contenido y oponiéndose a las ideas calvinistas, logro cautivar a los pobladores y convertirlos. Francisco de Sales hace un resumen de su labor a Juana de Chantal con esta frase.
“yo he repetido con frequencia que la mejor manera de predicar a los herejes es el amor, aun sin decir una sola palabra de refutación contra sus doctrinas”.
Su primer libro fue “Contraversia” que junto con “Introducción a la vida devota”, son de sus obras mas conocidas, cuarenta ediciones en vida del autor, y en aquello tiempos. Un libro utilizado muchísimo tiempo como lectura espiritual.
“¿No es una barbaridad -decía él- querer desterrar la vida devota del cuartel de los soldados, del taller de los artesanos, del palacio de los príncipes, del hogar de los casados?”
Su fama creció tanto por su virtud como por su sencillez. Fue nombrado Obispo Coadjutor de Ginebra; viajó a Francia y así llegó a hacerse amigo del secretario de Enrique IV el Cardenal de Bérulle, Antoine Deshayes, y del mismo Enrique IV, quien deseaba que Francisco se quedase allí, pero el santo rechazó la oferta volviendo a Ginebra (“prefiero a la esposa pobre”, dijo). En 1602 Obispo Granier murió y Francisco tomó su lugar, su estilo de vida y carácter cobraron mayor fama ya que se reveló como un gran organizador de su diócesis llevando una vida austera y con suma preocupación por los pobres y por la formación de sus feligreses, por ello es que empezó a escribir libros de manera sencilla que gustaron a todos. Consta, además, que perteneció a la Tercera Orden Mínima.
Su encuentro con Juana de Chantal en 1604, acogiéndola como hija espiritual, dio como resultado la fundación de la Orden de la Visitación de Santa María, el 6 de junio de 1610, para mujeres jóvenes y viudas que querían vivir el llamado de Dios sin la rigurosidad de los conventos monacales. La oposición del obispo de Lyon a este novedoso tipo de congregación, les obligó a redactar una regla basada en la de San Agustín de Hipona.
Una virtud: la dulzura de este hombre, de quien dicen que en su juventud tenía tan mal genio.
Respecto a esto, es una constante en la biografía de todo santo su lucha ascética a fin de aumentar su capacidad de autodominio.
Esa dulzura de la que hablamos antes, no le fue fácil conseguirla.
San Francisco de Sales escribió: “No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo” .
Un par de frases mas nos darán un ejemplo de que vivía lo que predicaba. “la medida del amor, es amar sin medida” , de su obra Tratado del Amor de Dios.
Y en su lecho repetía “Puse toda mi esperanza en el Señor, y me oyo y escucho mis suplicas y me saco del foso de la miseria y del pantano de la iniquidad”.
Después de una temporada atendiendo a las comunidades religiosas de su diócesis fatigado por su gran labor apostólica murió a los 56 años, en Lyon Francia el 28 de diciembre de 1622.
En 1665 fue canonizado por el papa Alejandro VII fijando la Iglesia Católica su fiesta litúrgica el 24 de enero. En 1877 recibió el título de Doctor de la Iglesia por la eminencia de sus obras y por su vida ejemplar.
Así mismo, es considerado el Santo de la Amabilidad. Prueba de ello son las 33 piedras que obtuvieron de su vesicula biliar el día de su muerte, signo de los contantes esfuerzos por mitigar los corajes que hacía, siempre teniendo un rostro sereno o una sonrisa.