Oración de un pecador a Jesús en la cruz, de San Alfonso María de Ligorio.
Miradme, oh mi dulce y buen Jesús, desde el trono de ignominia que los hombres os levantaron. Confieso que por mis culpas merecía que me arrojaseis en el infierno; más, ya me arrepiento y quiero amaros con todo mi corazón… Cordeles que atasteis a Jesús, atadme con Él; clavos que crucificasteis a Jesús, atravesad mi corazón sobre la cruz a fin de que viva y muera unido a Él.
Amén.