“BENDITO SEA EL SEÑOR,QUE NOS SALVA”.
Que Dios se pare y sus enemigos se dispersen, que huyan ante él los que lo odian.
En presencia de Dios los malos perecen, mientras que los justos se regocijan, y ante Dios saltan y gritan de alegría
Padre del huérfano, defensor de las viudas, ese es Dios en su santa morada.
Al solitario le da el calor de hogar, deja libre al preso encadenado, a los rebeldes los deja en calabozos.
¡Bendito sea el Señor día tras día! El Dios que salva se encarga de nosotros.
Se hizo para nosotros un Dios que libera, con Yahvé, el Señor, escapamos a la muerte.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México