Para irradiar a Cristo
Jesús, llena mi alma de tu Espíritu y de tu vida.
Penetra todo mi ser y toma posesión de él, de tal manera que mi vida no sea en adelante sino una irradiación de la tuya.
Quédate en mi corazón con una unión tan intima, que quienes tengan contacto conmigo, puedan sentir en mí tu presencia, y que al mirar olviden que yo existo, y no piensen sino en Ti
Quédate conmigo.
Así podre convertirme en luz para otros.
Déjame predicar tu nombre, con palabras o sin ellas.
Con mi vida, con la fuerza de tu atracción, con la fuerza evidente del amor que mi corazón siente por Ti.
Amen.