“LA COSECHA ES MUCHA Y LOS TRABAJADORES POCOS”.
Después de esto, el Señor eligió a otros setenta y dos discípulos y los envió de dos, en dos delante de él, a todas las ciudades y lugares adonde debía ir.
Les dijo: “La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha.
Vayan, pero sepan que los envío como corderos en medio de lobos.
No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos.
Al entrar en cualquier casa, bendíganla antes diciendo: La paz sea en esta casa.
Si en ella vive un hombre de paz, recibirá la paz que ustedes le traen; de lo contrario, la bendición volverá a ustedes.
Mientras se queden en esa casa, coman y beban lo que les ofrezcan, porque el obrero merece su salario.
No vayan de casa en casa. Cuando entren en una ciudad y sean bien recibidos, coman lo que les sirvan,
sanen a los enfermos y digan a su gente: El Reino de Dios ha venido a ustedes.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México