“LA VIÑA DEL SEÑOR ES LA CASA DE ISRAEL”.
Déjenme cantar, en nombre de mi amigo,
la canción de mi amigo por su viña.
Una viña tenía mi amigo en una loma fértil.
La cavó quitando las piedras
y plantó cepas escogidas.
En medio de ella construyó una torre
y también cavó un lagar.
El esperaba que produjera uvas,
pero sólo le dio racimos amargos.
Acérquense, habitantes de Jerusalén,
y hombres de Judá:
juzguen ahora entre mi viña y yo.
¿Qué otra cosa pude hacer a mi viña
que no se lo hice?
¿Por qué, esperando que diera uvas,
sólo ha dado racimos amargos?
Déjenme que les diga
lo que voy a hacer con mi viña:
le quitaré la cerca, para que la puedan saquear;
se convertirá en maleza para el fuego;”
derribaré el muro, y será pisoteada.
Ya no la cuidaré en adelante,
no se podará ni se limpiará más,
sino que crecerán en ella la zarza y el espino,
y les mandaré a las nubes
que no dejen caer más lluvia sobre ella.
La viña de Yavé Sabaot es el pueblo de Israel,
y los hombres de Judá, su cepa escogida.
El esperaba rectitud, y va creciendo el mal;
esperaba justicia,
y sólo se oye el grito de los oprimidos.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México